E.P. ML: Parte III: "Deseos ocultos"

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.:*QUIERO ESTAR CERCA DE TI* Y "TENTACIÓN*:.

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NOTA DE LA AUTORA: Después de leer los recuerdos de Mick, me parece que lo justo sería poder conocer también los de Beth... dejémonos envolver por las sensaciones que ella nos transmite, tal vez lo que se esconde en el subconsciente sea más real que lo que nos deja ver la conciencia. Un saludo.

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MICK: Para convertirte en un vampiro no basta con probar su sangre, debes estar al borde de la muerte y dar tu vida a cambio. Un precio demasiado alto porque, aunque no lo parezca, en todo pacto que entre en juego el alma, siempre se pierde mucho más de lo que se gana... Cuando no es así, lo efectos que esa sangre provoca son más un espejismo que una realidad, supongo que esa es la burla cruel derivada de la maldición con la que Lola supo jugar. El BC le permitía a quien lo tomaba, asomarse a nuestro mundo, pero sólo eso, asomarse, una forma de jugar con fuego cuyo diabólico objetivo era cobrarse igualmente el alma del incauto que se atreviera a dar el paso final. Para alguien como Lola, un ser sin escrúpulos a quien la eternidad le había hecho creerse superior a todo y a todos, el BC era sin duda el arma perfecta con la que seguir alimentando su ambición, infinita como su vida e igualmente retorcida. Pero Lola no tuvo en cuenta el arma empleada para obtenerla, aquella capaz de cazar al cazador primero y de convertir también en víctima al verdugo involuntario después, la plata. El asesino silencioso para los vampiros cazados y para los incautos humanos que bebían su sangre contaminada, sin saber que su adicción les estaba llevando lentamente a la muerte. Ese fue su fallo, aunque cuanto más pienso en ella y en su forma de actuar, creo que nunca sabré si en realidad fue o no un error para ella.

Fuese como fuese, el BC era una droga después de todo, la sangre del vampiro genera adicción para quien la toma y provoca ese efecto de evasión y desinhibición que algunos humanos buscan para huir de una realidad que otros desearíamos tener... y es que al final todos deseamos lo que no tenemos, unos buscan sentir lo desconocido y otros recuperar por unos segundos la sensación de lo perdido, pero ni lo uno ni lo otro puede terminar bien.

Cuando un vampiro bebe la sangre de un mortal, siente en cierta forma el calor y la vida de éste entrando en su cuerpo porque eso es lo que realmente anhela, pero es un espejismo efímero que apenas comienza llega a su fin y le hace desear más y más, hasta que al final lo único que consigue es contagiar al mortal de su propia muerte... Es así una y otra vez, en un siempre eterno, pero, por suerte o por desgracia, como norma general, el vampiro es en sí mismo puro instinto y cero conciencia, por lo que no puede llorar el dolor que provoca, ni siquiera puede sentirlo, solo siente la ansiedad generada de la propia pérdida. Cuando es el mortal quien bebe la sangre del vampiro sin ser convertido, siente parte de lo que el vampiro es, siente al instinto controlar su mente y su cuerpo, pero nada es del todo real, es solo una ilusión de la mente que, engañada por la sangre maldita, bloquea las barreras morales y deja aflorar su lado más primario para buscar aquello que realmente desea, pero que, normalmente, intentaría dominar o reprimir. El instinto básico se salta las barreras de la ética y la conciencia y sale a la luz sin ningún tipo de freno, en una cacería dirigida solo por el deseo...Pero qué ocurre cuando los efectos se pasan y el mortal regresa a la realidad?...Qué pasa cuando recupera la conciencia y el control y revisa sus recuerdos? Si hay algo que yo jamás hubiera podido perdonarme es que Beth hubiera tenido que descubrirlo por mi culpa...

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BETH: ¿Te acuerdas de algo?- me preguntó él a la mañana siguiente, cuando el pecaminoso olor de su ropa mezclado con el del café recién hecho, me trajeron de vuelta. Yo acababa de despertar de mi sueño con la mente todavía confundida y abrí los ojos para descubrirme semi desnuda ante los suyos...No fue un sueño entonces, aquella era la prueba, su ropa, su olor, mi desnudez...¿Si recordaba? No y sí...No recordaba los retales de secuencias que capta la vista y que la mente procesa racionalmente para guardarlos en la memoria, pero sí recordaba sensaciones que habían quedado grabadas en mi piel y en mi cuerpo, recordaba emociones y deseos dibujados por mi instinto y guardados en la memoria irracional de mis sentidos y que ahora parecían querer delatarme ante él, pintando una sonrisa involuntaria en mi cara, tiñendo de rojo mis mejillas...Le veía frente a mí, sentado imponente en aquel sillón, mirándome con sus hermosos ojos a medio camino entre el bien y el mal, entre la nostalgia de un recuerdo y la culpa por recordar y me sentía incapaz de apartar mis ojos de él. Sus manos parecían evocar inconscientemente momentos vividos, al acariciar la tapicería inerte del sillón (aquellas manos poderosas que yo había aprendido a adorar) y al verlas deslizarse suaves, posesivas y sensuales por la tela, sentí que todos esos recuerdos se hacían presentes en mí a través de aquella imagen y todos ellos parecían quedar resumidos en una sola palabra, una palabra que se había quedado grabada en la memoria de mi piel y que también parecía asomar en sus ojos, aún a pesar de la contención de su conciencia. Deseo.

...Un deseo prohibido que ambos habíamos sentido, que habíamos llegado a palpar, pero que una vez más debíamos ocultar ante nosotros mismos para no acabar consumidos en su llama...

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"¿QUÉ SE SIENTE?"

BETH: Sí, lo recuerdo aunque no pueda contárselo a él... Recuerdo cada segundo de aquella noche, cada sensación vivida, recuerdo sus ojos y sus manos. Cada contacto, cada beso, cada caricia y, prohibidos o no, cuando le vi sentado frente a mí, supe que los recordaría toda mi vida...Tal vez no fuera yo o tal vez sí lo fuera, solo sé que aquello que sentí se quedó grabado en mí y aún hoy lo siento.

...Aquella noche, tras tomar el B.C. era yo y no lo era...Mis instintos florecieron sin miedo y salieron a la superficie prendidos en mi piel y me sentí viva, me sentí pasión. Mis sentidos se agudizaron y me sentí poderosa. Los susurros se volvieron gritos, pero solo había una voz que quería escuchar...La noche levantó su manto de oscuridad, la luz de la luna iluminaba cada rincón a mis ojos, pero solo había una cosa que yo deseaba encontrar...Mi piel se dejaba envolver por el aire como si el tacto de mil caricias me tocaran en un instante, pero solo había una caricia que yo deseaba sentir....

"Camino en la noche buscándote, siento su magia en mí. Abro tu puerta y estás ahí, mis pupilas se abren para llenarse con tu imagen, tú eres mi objetivo y yo camino hacia ti segura de lo que quiero...Tu olor penetra en mi cuerpo cuando me acerco a ti, es como una llamada tentadora que aviva aún más mi deseo, pero tú eres mucho más que una esencia para mí, eres el hombre que yo deseo, el que siempre he soñado, aún sin confesármelo y hoy me siento como si fuera la hembra que ha nacido para ti. En tus ojos veo la sorpresa y el temor, en tu cuerpo huelo el instinto y el deseo, tu conciencia es mi barrera pero yo quiero pecar contigo, oh sí...quiero hacerte pecar...

Tu aliento helado juega con mi piel y la calienta hasta quemarla, tus manos tímidas se vuelven sabias y seguras y me hacen pensar en el cielo cuando rozan mi cuerpo...Puedo sentir el placer de tu contacto, sediento de mí. Siento tu mente luchar con tu cuerpo, siento la tentación que me provoca tu miedo a dejarte caer y yo lucho por tenerte y tú luchas por no dejarte vencer y esa resistencia aumenta mi deseo y me convierto en tu cazadora, con el único objetivo de ser tu presa y te busco sin tregua y te tiento sin piedad, porque no hay piedad posible para el deseo y yo te deseo a ti, aquí y ahora, sólo a ti...Eso es lo único que sé, lo único que quiero saber...

No me importa nada, no hay pasado, ni siquiera hay presente, no hay conciencia, no existe lo posible o lo imposible, solo estás tú y esta necesidad de tenerte que me quema por dentro, que me brota en la piel, que mana de mis sentidos, que me domina la mente y que se transforma en sensualidad en mi cuerpo, como un arma hecha pecado, que se libera ahora para tentarte, para tenerte...Eso es lo que tú sientes siendo un vampiro? Eso es lo que tanto temes sentir? Pues eso es lo que siento yo ahora y no puedo controlarlo, es más, no quiero. No hay nada en mí que quiera poner límites a esta pasión que me consume y sólo deseo perderme en ella y saciarla en tí... No puedo pensar, no quiero hacerlo, sólo puedo y quiero sentir...sentirte a tí...probarte, tenerte...

Tu vienes a mí y yo te espero ansiosa...tu voz es el único canto que mis oídos quieren escuchar y la promesa contenida en tus susurros me empapa de deseo. Me abandono a ti porque quiero ser tuya, deseo que me tomes, que cojas todo lo que hay en mí porque todo en mí es para ti...todo...pero tú me engañas y el agua helada moja mis ganas, arrastrando el calor que me provoca tu cuerpo y sin embargo yo sigo sintiéndote pegado a mi espalda, tus manos conteniendo mi cuerpo, luchando contra tu propio deseo, que es también el mío... Siento tu lucha, siento tu fuerza y yo solo quiero tenerla en mi y eso me enloquece y me desespera. Tu olor masculino y penetrante me envuelve de nuevo, trae a mi mente escenas pasadas que se hacen ahora presentes, despertando aún más mi instinto y mi necesidad por ti, una necesidad que vive dormida en mi piel desde que bebiste mi sangre aquella vez y yo sé que tú también lo sientes... tu cuerpo helado y perfecto y la prueba involuntaria del deseo que se escapa a tu control, presionan en mi contra provocando de nuevo oleadas de calor en mí...En ese momento solo puedo suplicarte, "hazme tuya". Todo en ti me seduce, tu deseo y también tu temor a desearme y todo ello se mezcla aumentando por momentos esta fiebre que me domina. El contacto de tus dedos rozando mi piel, temerosos y anhelantes, el recuerdo del sabor hechizante y misterioso de tu boca prohibida. Ángel y diablo conviven en ti y yo deseo ser la tentación que los despierte a ambos porque quiero tener todo de ti y ser todo para ti. Tómame, hazme tuya, elimina esta barrera que nos separa, deja dormida tu conciencia, ten piedad de mí...Sacia tu sed en mí, alivia la mía, déjame tenerte, quiero estar cerca de ti y si el precio es la vida, entonces tómala, aquí la tienes...

Pero tú solo me respondes con silencio...siempre tu silencio... y mi lucha desesperada choca contra el muro de tu conciencia una y otra vez hasta que agotada, me dejo vencer y caigo desvanecida en tus brazos...

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Tus manos desnudan mi cuerpo helado y el olor de tu cercanía me hace volver y calienta de nuevo mi piel. Tu boca se encuentra finalmente con la mía, siento tu cercanía, huelo tu deseo...Bésame...mis labios esperan por ti deseando ser tuyos y tú cedes a la tentación, ¡oh sí, bendita tentación que ahora te obliga a rendirte...! Tus labios toman los míos en un beso largo y profundo y mi cabeza empieza a girar en una espiral de placer, mi cuerpo despierta al tuyo y yo puedo sentir tu despertar una vez más, poderoso e irreprimible, contra mí...Oh sí...siento tu deseo y eso me hace arder...tus labios reinventan los míos en cada beso, dulce e intenso, tierno y desesperado, tan desesperado como lo estoy yo por tí y mientras me abandono a tu boca, escucho a mi piel desnuda gritarle a tu piel, como una mitad que necesita de la otra para sentirse un todo...siento de nuevo tu temor y tu deseo en una singular batalla hasta que tus manos terminan por responder al grito de mi cuerpo... Ya no siento el suelo bajo mi piel, solo puedo sentirte a tí y cuanto más tengo de ti, más te necesito, cuanto más me besa tu boca, más sed me provoca y cuanto más acarician tus manos mi cuerpo, más hambre despiertan, construyendo una montaña de placer que busca su cima. No puedo abrir los ojos, tengo miedo que desaparezcas y solo me atrevo a gemir tu nombre y a suplicarte piedad para que acabes con mi tormento...Amor mío llévame al cielo, solo deseo ser tuya...!!

Al final te compadeces y siento tus manos poderosas vagar mi cuerpo, siempre entre el eterno dolor por desearme y el irreprimible anhelo de tenerme...Mis brazos se cierran en tu cuello, devorando toda distancia...quiero tenerte... y tu conciencia empieza a perder la batalla vencida por la necesidad que he sembrado en ti, la misma que tú has sembrado en mí, aún sin quererlo. Te deseo, te necesito...Tus dedos se escapan por mi vientre hasta acariciar el núcleo de mi deseo...tú sabes que soy tuya, que mi cuerpo espera por ti y te siento gruñir en mi boca tu agonía hecha pasión. La batalla está perdida por fin, tus caricias se hacen íntimas y tú entras en mí...la humedad caliente que tapiza mi deseo se complace en darte la bienvenida y mi cuerpo tiembla descontrolado, cerrándose en torno a tu dulce invasión, ya no tengo ningún dominio en él, eres tú quien me domina...Sólo tú...Siento tu aliento abandonar mi boca y recorrer mi cuello y una corriente eléctrica recorre mi cuerpo hasta la punta de los dedos de mis pies. Ten piedad de mi anhelo y déjame llegar al cielo!!...Cada célula de mi cuerpo te suplica "Dale paz a este deseo, quiero romperme de pasión en tus manos, sacia tu sed en mí y alivia así la mía"...y mi cuerpo se estremece entre tus dedos...oh mi vida no te detengas, solo siénteme y déjame sentirte...pero la cruel conciencia regresa del exilio al que le había relegado el instinto y de nuevo me dejas la desesperación de tu silencio como única respuesta a mi súplica desgarrada y te alejas dejando mi cuerpo todavía tembloroso, exhausto, pero vacío de nuevo sin ti...Siento tu dolor mezclarse con el mío, rasgando el aire en un grito callado...Maldita sea esa culpa que siempre acaba separándote de mí..Malditas sean las barreras que se empeñan en separar tu mundo del mío, malditos tu pasado y mi presente, maldita sea la realidad infranqueable, maldito el tiempo contigo que vuelve a escaparse de entre mis dedos como el agua, malditas tu conciencia y la mía, maldito sea este deseo incontrolable y el dolor que me dejan tu hambre callada y el grito dde la mía. Maldito sea el fantasma invisible de la eternidad que te tiene prisionero".

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MICK: De vuelta a la realidad volvemos a dar un paso atrás...pero qué difícil es darlo mientras te miro con solo mi camisa cubriendo tu desnudez, cuando recuerdo tu piel en mi piel...Los dos sabemos que es mejor dejar las cosas como están pero hay cosas que ya no se pueden olvidar. Te veo alejarte y de repente todo se convierte en vacío sin ti y mi puño se cierra sobre el sillón en un acto reflejo de frustración. Así es como debe ser pero, por primera vez, una parte de mí se resiste a que así sea. Tus pies descalzos van subiendo los peldaños y yo no puedo dejar de recordar y anhelarte, no después de tenerte en mis brazos, de haber probado tu piel y tu boca, de haber sentido tu cuerpo temblar de deseo. No puedo evitar la culpa pero tampoco quiero olvidar el sueño, ni siquiera estoy seguro de querer dejar de soñar, aunque sé que no debo hacerlo. Yo sé que este amor me está prohibido, que no tengo ni siquiera el derecho a imaginarlo, pero cuando tus ojos se vuelven furtivos para buscar los míos, me doy cuenta de que ya no habrá nada que pueda borrar de mí ese recuerdo...ni siquiera la conciencia.

BETH: Miré el pequeño colgante por última vez y cerré mis ojos pensando en él. Josh volvió a avisarme para ir a cenar y yo cerré mi mano sobre el pequeño frasquito, ocultándolo a su vista, -éste será mi pequeño secreto- me dije a mí misma mientras lo guardaba en el cajón. Había estado tan cerca, tan cerca...y entonces me volví para mirarme en el espejo. La Beth de siempre me devolvió la mirada, me quedé fija contemplando lo que me decían mi ojos y me pregunté qué hubiera pasado si Mick hubiera cedido a la tentación...Si lo hubiera hecho, a estas alturas ya no habría barreras entre nosotros pero quizás hubiéramos levantado otras aún más insalvables que la propia eternidad...Recordé lo vivido y bajé los ojos un instante, el recuerdo de su contacto todavía me quemaba la piel y sonrojaba mis mejillas...No podía evitar desearle incluso ahora, después de que el efecto de la droga hubiera desaparecido y entonces vino a mi mente el momento en que le pedí que me hiciera suya, que me convirtiera...Me pregunté si era eso realmente lo que yo hubiera deseado o si quizás al despertar hubiera terminado sintiéndome una prisionera en su mundo, igual que le ocurre a él...

...Me pregunté qué hubiera pasado después, si hubiera sido capaz de perdonarle o de perdonarme a mí misma y lo que es peor, si se hubiera podido perdonar él... aunque ya sabía la respuesta a esa última pregunta.

Había intentado dar un paso adelante y al hacerlo había estado a punto de caer al abismo y sin embargo una parte de mí no podía arrepentirse de lo hecho, una parte de mí hubiera deseado caer y, ahora, allí, frente al espejo, maldecía esa mirada apocada que me respondía desde el otro lado, recordándome mi limitada mortalidad, mientras las palabras de Lola repiqueteaban de nuevo en mis oídos - "Le importas, pero aún no te ha convertido..."- En ese instante mis ojos recorrieron la imagen perecedera de mi juventud y una idea cruzó por mi mente...y si el paso del tiempo llegara a alejarlo de mí...?. Puede que la decisión de dar un paso adelante solo fuera fruto de la curiosidad que despertó en mí aquella misteriosa mujer o puede que fuera ese realmente mi deseo y que aquella droga solo me diera la excusa e incluso el valor, pero lo cierto es que al hacerlo, al dar ese paso, me encontré con algo que no esperaba...Yo quería sentirme cerca de él, quería saber qué se sentía siendo como él, pero ahora que lo sabía, sentía una especie de vértigo y angustia...No importaba lo cerca de él que pudiera sentirme porque al final siempre quería más... Eso era algo inevitable que iba más allá de mi voluntad, pero, ¿y para él? Al pensar en ello sentí un escalofrío y otra pregunta cruzó mi mente ¿Qué pasaría si llegaba un momento en que realmente estuviera preparada para cruzar esa puerta ante la que estaba asomada?¿Qué pasaría si llegara el día en que al mirarme al espejo no viera dudas ni preguntas si no solo una respuesta...¿sería él capaz de aceptarla?¿la aceptaría yo?...

PROXIMA ENTRADA....:*DESDE EL FUEGO (Pasado y Presente)*:.

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