Ep. 10 "El Cáliz (Parte II)"

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Anteriormente...

EP.9 "EL CÁLIZ I"

Los gritos de Philippe retumbaban entre las pétreas paredes de aquel laberinto subterráneo y sus terribles lamentos llegaron amortiguados hasta Coraline, que despertó confundida en medio de un oscuro pasillo interminable…La mujer intentó incorporarse aferrándose a las frías piedras de la pared, y cuando por fin logró ponerse en pie y aclarar sus recuerdos, un terrible escalofrío recorrió su cuerpo y un nombre escapó de su garganta arrastrado en un grito de desesperación: -“Mick!!”

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Anteriormente en la cámara… …La debilidad, el dolor y el frío más intensos invadieron entonces cada célula de su cuerpo, mientras las paredes de la cámara comenzaban a ceder liberando por fin su mano prisionera…Mick luchó contra la muerte sólo para conseguir arañarle apenas unos segundos más…se aferró con fuerza a los bordes abiertos de la cámara en un intento desesperado por llegar a ella, mientras Beth pugnaba inútilmente por lograr recuperar el control de su cuerpo y poder llegar a él, sin embargo todos sus músculos seguían paralizados en un letargo cruel, incapaces de responder… Sólo su mente continuaba despierta mirando más allá de sus ojos dormidos mientras revivía la visión que tuvo en sueños convertida ahora en una dolorosa realidad…Mick estaba muriendo ante sus ojos y ella no podía hacer nada…!! Hubiera dado su vida por ahorrarle todo aquel sufrimiento, aquella terrible agonía… hubiera querido arrancarse de cuajo las ligaduras que la sujetaban y aniquilar con toda la rabia contenida en su impotencia al maldito diablo que estaba destruyendo lo que ella más amaba… pero nada podía hacer… nada salvo suplicar porque el final llegara pronto y la arrastrara a ella también. mientras las palabras que su padre le había susurrado entre las metálicas paredes de su prisión, volvían a sus oídos como un tímido consuelo…”la muerte es sólo el principio”…Pero eso no era suficiente ahora… Ella podía sentir el sufrimiento y la agonía de Mick y ya que su cuerpo era incapaz de responder, intentó concentrar todo el poder de su mente para calmar en él ese intenso dolor que le estaba desgarrando por dentro…

BETH: Mírame amor mío…, mírame…, estoy aquí y no te dejaré…

Una lágrima de Beth cayó sobre la mano de Mick y al sentirla sobre su piel éste alzó sus ojos y pudo verla, allí, junto a él… cerró los ojos y por un momento creyó sentir el fresco y suave contacto de sus manos, aliviando la fiebre de su piel, que ardía ahora por el veneno de la plata…entonces su dolor físico cesó por unos instantes permitiéndole buscar con sus dedos el ansiado contacto… Necesitaba sentirla, necesitaba llevarse su recuerdo, pero antes de que sus dedos rozaran los suyos todo se volvió sombra y susurro y aquella niebla fría y espesa que antes la envolvía a ella, comenzó a envolverlo a él…

MICK: la muerte, cruel e intransigente, luchaba contra mi voluntad por separarme de ella pero ahora era Beth quien parecía tirar de mí…Las sombras y los susurros envolvían mi mente pero aún podía escuchar su voz gritándome en medio del silencio: “quédate conmigo Mick…quédate conmigo, yo no te dejaré ir …”

Sin embargo su cuerpo ya no pudo aguantar más y el Ángel de Plata resbaló de sus manos hasta caer sobre el pecho de Beth, entonces los ojos del vampiro se llenaron de un extraño destello plateado que el mismo colgante emitió al entrar en contacto con la piel de su dueña… Mick sonrió un instante cuando la miró por última vez…Luego sus ojos se cerraron y su mano, ya sin fuerzas, resbaló por la seda que envolvía el cuerpo de ella hasta caer inerte al suelo, dejando al descubierto el saquito vacío mientras el colgante se perdía entre los pliegues de tela.

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Lance dio la orden para que los tiradores salieran de la estancia y guardaran la entrada, ya no iba a necesitar ningún apoyo y nadie debía ser testigo de lo que iba a pasar después…Luego se acercó al cuerpo de Mick que yacía junto al lecho de Beth, se agachó a su altura y lo miró fijamente como un león mira a su presa vencida antes de devorarla. - Pobre iluso… De veras creíste que podrías tenerla??? – masculló con ironía- Tú tuviste el poder absoluto en tus manos pero fuiste tan estúpido que lo dejaste escapar sin más… Ahora ella será mía tal como siempre debió ser…lo será en cuerpo y alma - dijo acercándose a su oído, susurrándole su triunfo y sus labios se curvaron en una cruel sonrisa- y tú no podrás hacer nada por impedirlo- entonces se levantó, y con gesto elegante se acercó a una mesa desvencijada situada al otro extremo de la estancia mientras decía - ¿Sabes? Todo ha salido a la perfección… caíste en la trampa, viniste a rescatarla y la liberaste para mí poniendo el poder del cáliz en mis manos sin que ni siquiera los míos sospecharan la verdad…-y sonrió de nuevo mientras cogía con su mano enguantada una espada envainada en una funda plateada sobre la que destacaba una insignia con forma de ángel.- Supongo que es hora de que te devuelva el favor …- dijo mientras acariciaba el metal con parsimonia– así que te liberaré para siempre de aquello que nunca quisiste ni debiste tener- entonces desenvainó la espada con aire ceremonioso –y… ya que te has empeñado en parecer un ángel siendo un vampiro, lo haré con la única arma capaz de aniquilar a ambos…- y sus ojos brillaron ante el destello de la afilada hoja mientras la acariciaba con la yema de los dedos- la espada que yo mismo teñí con la sangre de su propio dueño, el último Guardián de la profecía, el padre de la que tanto amas…Poético ¿verdad? –dijo volviéndose para mirar con cruel regocijo el cuerpo inerte de su enemigo-

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Coraline sabía que había una segunda entrada a la cámara, una entrada que Lance no se preocuparía de vigilar porque sólo ellos dos la conocían y a estas alturas para Lance ella ya debía estar muerta…Así que comenzó a correr por el pasadizo todo lo que su cuerpo mortal le permitía, tenía que llegar a tiempo, esta vez tenía que llegar…

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-L: Despídete de ella para siempre porque tu destino se cumple aquí y ahora…-Entonces Lance levantó la espada Grigori dispuesto a descargar la estocada final en el corazón de su víctima…

-No!! No lo hagas!!- gritó Coraline mientras se abalanzaba para interponer su cuerpo entre la espada y Mick

-Coraline!!! – y Lance interrumpió su ataque ante aquella inesperada sorpresa, aspiró el olor de la mujer que permanecía sobre el cuerpo inerte del vampiro y percibió su cambio- Me sorprendes hermana … Has vuelto para acompañarle en su viaje a la muerte o cerrarás los ojos cuando llegue el momento como hiciste con Eric… Entonces el odio ensombreció el rostro de Coraline tornándolo duro e inexpresivo y volviéndose hacia su medio hermano, le contestó con frialdad:

- No puedes matarle…Si lo haces destruirás el cáliz.

- Mientes…

Coraline se levantó del, suelo dio un paso hacia adelante hasta situarse frente a su hermano - ¿estás seguro? Tú mismo lo has dicho, “un ángel con apariencia de vampiro…” . Sólo él podía abrir la cámara con su sangre, sólo él podía liberarla…¿quieres saber por qué? Él es su Guardián y tú sabes lo que eso significa…Ellos están conectados y si le destruyes a él, la destruirás a ella y perderás tu precioso cáliz. Lance la miró dudoso, sin embargo al dirigir su mirada hacia el cuerpo sin vida de Mick, el cruel vampiro volvió a sonreír.

- Buen intento hermanita, pero se te olvida un pequeño detalle –dijo mientras hacía el ademán de olfatear el aire-…Él ya está muerto …- Y con un movimiento veloz como el viento, apartó de un golpe a Coraline haciéndola caer sobre el lecho donde yacía Beth, volvió a alzar la espada sagrada contra su víctima y se la clavó en medio del corazón mientras decía – Ella sólo puede tener un dueño-

- Nooooooooooooooooooooooooooooo!! - Eran dos gritos de mujer fundidos en uno, el que salía de la garganta de Coraline mientras veía hundirse la espada en el pecho de Mick y el que brotaba del alma de Beth desgarrando su propio corazón cuando sintió el frío acero penetrar en la piel del que amaba como si fuera la suya propia…

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Coraline volvió su rostro, enterrándolo entre las sábanas para no mirar a Mick, y mientras desahogaba su impotencia aferrándose a los pliegues de la tela, apareció entre sus dedos el Angel de Vida… Coraline alzó entonces sus ojos para encontrarse frente a frente con ella, con su rival y lo que vio fue la imagen de su propio dolor… dos lágrimas de sangre resbalaban por el inmaculado rostro de Beth, bañándolo de desesperación mientras su alma le gritaba en medio del silencio - ”Ayúdale…”.- Entonces una de las cintas que mantenía sujeta a Beth, se rasgó de repente como si obedeciera una orden, un deseo… y la muñeca de Beth cayó en las manos de Coraline como una ofrenda, la única que Beth podía hacerle y de nuevo su súplica llegó a la mente de Coraline -“Por favor…” - Aquella súplica no era sólo de Beth, una voz en su interior también le gritaba lo mismo… La mujer volvió sus ojos hacia la espada clavada en el pecho de Mick mientras Lance le daba la espalda para preparar el ritual. Los ojos de Coraline se llenaron de esperanza cuando vio brillar la cruz plateada de Eric que todavía pendía del cuello de Mick, en ese momento un pensamiento cruzó su mente…- “Mientras ella viva…él no morirá…”-

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Al otro lado de la puerta…Josef y los suyos habían conseguido abatir a los vigilantes que custodiaban el edificio por la parte exterior, ahora quedaba el interior…

- Oh vamos, de veras no podríamos solucionar esto por la vía diplomática…? – Suspiró Josef al llegar junto a los suyos al pasillo que conducía a la cámara y encontrarse apostados frente a la puerta a los guardias de Lance apuntándoles con sus armas– Está bien…- dijo mientras esquivaba el primer disparo- Tenía que intentarlo…Pero ya que insistís, lamento comunicaros que empiezo a estar hambriento y eso me pone de un humor de perros- y mostrando sus colmillos se lanzó contra uno de sus rivales, desarmándole de un golpe, mientras Kassandra y los demás hacían lo propio con el resto…

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- Te dije que el pago a tu traición sería dejarte ver morir uno a uno a todos los que una vez te importaron y tu sabes que yo siempre cumplo mis promesas Coraline – comentaba Lance mientras se dirigía a la mesa desvencijada de donde anteriormente había cogido la espada, pero esta vez tomó una extraña urna de cristal cuyo interior parecía contener suspendida una pequeña botellita de vidrio vacía, probablemente destinada a recoger la preciada sangre de la joven antes de despertarla a la oscuridad.- Ahora despídete de ella y con ella dile adiós a todo tu pasado porque ya nada quedará de Eric cuando su hija sea mía…- decía mientras contemplaba la infinidad de reflejos multicolores que las diferentes capas de cristal dibujaban en su interior cuando la luz de las velas lograban penetrar en ellas, creando así un extraño efecto en su ojo ennegrecido. Pero en tan sólo un instante éste se tornó como el hielo cuando percibió aquel perfume…Era una mezcla extraña entre el aroma inconfundible de su prisionera y algo más…algo que le obligó a ponerse en guardia como por acto reflejo…El olor a sangre fresca!!

Lance dejó la urna sobre la mesa y se giró en sólo décimas de segundo hacia el lecho donde yacía la joven…La imagen que vio frente a él hizo que todos sus planes cambiaran en un solo momento… La muñeca de Beth caía hacia afuera, un pequeño corte transversal le había desgarrado las venas y de ellas brotaba la sangre que caía gota a gota sobre los labios de Mick, resbalando por su barbilla hacia la herida todavía abierta de su pecho. Coraline permanecía arrodillada entre ambos con la espada manchaba de sangre descansando en el suelo y la empuñadura enredada aún entre sus dedos mientras que su otra mano acariciaba suavemente, con un aire de nostalgia, los cabellos del joven vampiro como si por un momento estuviera en el mismo lugar siglos atrás.

Apenas escuchó el golpe de la urna sobre la madera, la mujer volvió de su enajenación levantó sus oscuros ojos hacia Lance con una sonrisa triunfante dibujada en su cara mientras comenzaba a recitar entre susurros–…y su Guardián dará la vida por ella y ella hará renacer a su Guardián…hermanos de sangre, nacidos de distinto vientre… la luz alimentará a la oscuridad y de ella surgirá el poder…-

- NO!!! Perra maldita!!–gritó Lance furioso mientras arrastraba hacia sí mismo el cuerpo de Mick para impedir que su preciado tesoro se derramara sobre él... después sus ojos plateados se clavaron en la herida de Beth y en la sangre que brotaba y en ese momento se despertó su instinto y sintió el deseo irrefrenable de beber de ella, ya no podía ni debía esperar más o podría perderlo todo y aunque al final no pudiera cumplir su venganza contra los Grigori poseyendo su cuerpo y su alma, aunque al final tuviera que matarla para impedir que su Guardián volviera, eso no le impediría saborear primero el poder de su sangre… Con una sola vez sería suficiente… Así pues, sin reparar siquiera en que su hermana Coraline seguía allí, junto a Beth, Lance se abalanzó hacia el tesoro que ambicionaba deseoso de saciar su sed de poder…Algo se movió dentro de Coraline en ese momento “ya no quedará nada de Eric cuando ella sea mía…”… e inesperadamente reaccionó interponiéndose en su camino mientras blandía en su contra la espada Grigori - No!! No la toques!! …Si te acercas te juro que la hundiré hasta lo más hondo de tus entrañas aunque sea lo último que haga...-

– Oh…A Eric le hubiera encantado contemplar esta escena, lástima que ya sea tarde para el instinto maternal…- ironizó Lance dedicándole una sonrisa burlona – O vamos hermanita mírate…- ella luchaba por mantener firme su pulso - ¿De veras crees que podrás impedírmelo? Coraline aferró con fuerza la espada y apretó su punta contra el pecho de Lance hasta que éste pudo sentir el filo manchado con la sangre de Beth arañando su piel…Si la sangre del cáliz llegara a penetrar en él ya no habría espada que pudiera matarlo… Entonces el vampiro alzó la vista hacia Coraline mirándola con sonrisa maliciosa y levantando los brazos en cruz le dijo...- Muy bien, entonces hazlo ahora porque no la dejaré viva para él- y antes de que ella pudiera decidir él mismo apretó su cuerpo contra el filo hasta que la punta de éste se hundió en su carne.

Aquella inesperada respuesta de Lance dejó bloqueada a Coraline. Entonces, aprovechando su confusión y con un movimiento tan veloz que no le dejó opción de respuesta, el vampiro se sacó la espada y lanzó a la mujer hacia una de las esquinas de la estancia. Ella se golpeó fuertemente contra uno de los salientes de la pared de piedra, cayendo inconsciente al suelo mientras un hilillo de sangre brotaba de su boca. Lance se volvió hacia Mick y hundió de nuevo la espada en su pecho para asegurarse de que la sangre del cáliz no le hiciera volver antes de que él la hubiera matado.

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Al otro lado…

La balanza se inclinaba a favor de Josef y los suyos, pero el enemigo no se iba a entregar tan fácilmente. En la pelea uno de los hombres de Lance cayó al suelo repelido en un contraataque de Kassandra y en un acto reflejo tomó el arma que había caído a su lado y disparó contra ella, la limpiadora logró esquivar la bala de plata pero ésta siguió su curso hacia Josef que estaba de espaldas a unos cuantos metros por detrás. Cuando el vampiro escuchó el silbido del proyectil rasgando el aire ya era demasiado tarde para esquivarlo… Sin embargo cuando la plata iba a impactar irremediablemente en su cuerpo, apareció de la nada Gabriel y cubriendo a Josef con su propio cuerpo absorbió el impacto sin que su piel sufriera el más mínimo daño. Josef no daba crédito, un Grigori, un mensajero de la muerte, acababa de salvar la vida a un vampiro…- Pero qué…? – preguntó atónito mientras miraba en una y otra dirección sin entender de dónde había salido Gabriel y sobre todo por qué - Enfin…gracias…creo…

- Tranquilo, no me debes nada…aún…- y Gabriel pasó por delante de Josef con una leve sonrisa en los labios mientras éste le seguía todavía confuso.

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Lance se giró hacia Beth, ya no había más obstáculos o al menos eso pensaba él porque en el momento en que se acercó a ella sintió como si una especie de escudo invisible le repeliera impidiéndole tocarla, entonces sus ojos desiguales se volvieron de hielo cuando reparó en el ángel plateado que brillaba sobre su pecho…Coraline le había puesto el colgante antes de cortar su muñeca para asegurarse de que la pérdida de sangre no pudiera matarla y para protegerla de él…

- No querida, esta vez no habrá ningún Guardián que pueda protegerte de mí…- murmuró y tomando la espada de nuevo se dispuso a arrancar con su filo sagrado el colgante protector, dejando que éste resbalara por el metal hasta caer al suelo.

Una vez que la barrera protectora se rompió, Lance se quitó los guantes y tomó con avidez la muñeca de la joven entre sus manos, se dejó impregnar por aquel aroma exquisitamente turbador que desprendía su piel al mezclarse con su sangre y se dispuso a beber el preciado líquido que brotaba de sus venas lamiendo primero con su lengua las gotas de sangre que resbalaban por la suave piel de la joven. Apenas sintió el frenesí del sabor de la primera gota resbalando por su garganta y antes de que sus labios llegaran a posarse aún sobre la herida, una fuerza desconocida pero increíblemente fuerte tiró de él arrojándolo hacia el otro extremo hasta hacerle caer sobre la desvencijada mesa de madera que acabó derrumbándose en el suelo hecha pedazos. Lance levantó la vista y vio a Gabriel y Josef en la entrada, el vampiro sonrió de nuevo y se incorporó con calma.

- Hemos llegado tarde…. – murmuró Josef petrificado en la puerta mientras contemplaba aquel espectáculo dantesco, Coraline, Beth y hasta el mismo Mick parecían estar muertos…

-Vaya, vaya…La vida hace extraños compañeros de viaje…- comentó Lance con ironía al ver juntos ante él a un vampiro y a un Guardián y dirigiéndose a este último exclamó- Gabriel!! Es todo un honor recibir tu visita –e hizo un gesto de fingida reverencia- veo que al abandonar tu forma mortal recuperaste tu poder o tal vez es que ni siquiera la muerte te acepta a su lado…, lástima que tu sacrificio no sirviera para salvar la vida de tu hermano…-Gabriel le cogió por el cuello y lo miró con los ojos convertidos en hielo y fuego como si quisiera aniquilarlo con su mirada, pero su poder ya no servía frente a Lance, quien ahora sonreía impasible mientras sus dos ojos se oscurecían por completo como respuesta a la mirada azul de Gabriel hasta parecer dos piedras negras como el azabache –pronto recibirás el castigo que mereces por todos tus crímenes-

- ¿Has vuelto por eso? –le susurró- pues siento decirte que ha sido en vano- y tomando al Guardián por el cuello lo empujó hacia atrás liberándose al instante de su presa.

- Mick!!!, Mick!!!…- insistía mientras Josef junto al cuerpo inerte de su amigo, mientras miraba la muñeca herida de Beth y los labios de Mick manchados de sangre- vamos hermano, tú no puedes estar muerto, ella está viva …tienes que despertar por ella Mick…tienes que despertar …- luego miró hacia Coraline- ¡Maldito seas! - gritó entonces volviéndose con rabia hacia Lance - Debí dejar que los mortales te cortaran la cabeza aquel día!!! Tú no tienes límites, no sólo matas a los de tu especie, ahora incluso eres capaz de masacrar a los de tu propia sangre ¿En qué clase de diablo te has convertido?

- Oh vamos Josef…Los límites sólo nos alejan del poder … y hablando de límites…¿Qué tal está esa chica.. ¿Sara no? –sonrió con ironía- Ella sólo era tu limite …-La cólera se apoderó de Josef en aquel instante - eres un maldito hijo de …- y disparó el arma sobre él hasta vaciar todo el cargador de plata pero Lance seguía sonriendo sin inmutarse hasta que cesaron los disparos, luego con sólo un gesto, sin apenas tocarle, hizo que Josef se estampara contra la pared cayendo a poco metros de donde estaba el cuerpo de Coraline. Lance enfrentó de nuevo la mirada de Gabriel y pasando el filo de la espada Grigori por el pecho del Guardián le susurró sonriente- se acabó vuestro reinado de terror… –y posando la punta de la espada sobre la garganta del Grigori añadió con voz ronca y seca- hoy empieza el mío…- entonces dio un paso atrás y con un gesto de cinismo le preguntó- aún eres el Guardián del Destino ¿verdad? entonces disfruta contemplando el destino de tu raza- – y sonrió de nuevo mientras retiraba el metal de su cuello y le daba la espalda para encaminarse hacia Beth.

- No dejaré que la mates!! –gritó Gabriel haciendo que Lance se girara hacia él de nuevo para responderle-

- No eres tú quien decide Gabriel… Ella es mi creación y tú ya no puedes intervenir en su destino, esas son las reglas y tú lo sabes muy bien…

- Tal vez él no pueda, pero yo sí – aquella voz borró por completo la sonrisa del rostro de Lance y por primera vez apareció un atisbo de pánico en sus ojos cuando se giró para contemplar algo que nunca hubiera creído…-

Sentado al borde del lecho donde dormía Beth estaba Mick, tenía la muñeca herida de ella entre sus manos mientras la acercaba con una infinita dulzura hasta su boca, el goteo de sangre que brotaba del pequeño corte cesó al instante con el contacto de sus labios, al mismo tiempo que las apretadas ligaduras que mantenían prisionera su otra mano cedían dejándola libre como si al hacerlo cumplieran obedientes una orden oculta. El tomó ambas manos entre las suyas para hacerle sentir su presencia…-“Estoy aquí nena”.- y los latidos de ella le respondieron dándole la bienvenida.

- Tú…Eras tú…- masculló Lance lívido por la ira que provocaba en él contemplar aquella escena y comprender de dónde había venido aquella inmensa fuerza invisible que le había separado de su presa- Mick endureció entonces su expresión y volviendo su rostro hacia aquel que se había convertido en su peor enemigo contestó –te dije que si la tocabas volvería del mismo infierno - Entonces dejó con suavidad las manos de ella y se levantó para dar un paso decidido hacia adelante y, extendiendo sus manos para mostrarse ante su enemigo, añadió – Ya ves… He cumplido mi palabra…-y sus ojos se clavaron en los de Lance- Ni siquiera la muerte podría impedirme alejarte de ella, asquerosa sanguijuela...- …otro paso más y su mirada se volvió hielo y fuego- ahora me toca a mí…-

…….::**&**::…...

Unos metros más allá, junto a una de las esquinas pedregosas de la estancia Josef conseguía reponerse del golpe y llegar hasta Coraline, su amiga estaba grave pero aún seguía con vida…

-Coraline, escúchame, tengo que hacerlo ahora… -

-No…noooo…-alcanzó a decir ella en apenas un suspiro-

……::**&**::…….

Lance dio un paso atrás ante la mirada de Mick, que a diferencia de la de Gabriel sí conseguía llegar a él y bloquearle, pero al esquivarla y bajar los ojos hacia los casi inexistentes restos de la cicatriz de su pecho, observó que la piel de Mick estaba todavía salpicada de pequeñas gotas de sudor, -“todavía estaba débil”- pensó, entonces su aviesa mirada se volvió hacia la muñeca herida de Beth y la sangre derramada y la horrible sonrisa de suficiencia volvió de nuevo a sus labios

- De veras? Y qué harás primero? Matarme a mí o salvarle la vida a ella? - Entonces sus dedos se volvieron garras que arañaban el aire y al instante Mick sintió una dolorosa punzada que le hizo volverse instintivamente hacia Beth mientras Lance aprovechaba el momento para recuperar la espada caída en el suelo y desaparecer…

Mick observó que la pequeña herida de la muñeca había vuelto a abrirse haciéndose más grande y la sangre comenzaba a manar con fuerza, él intentó cortar la hemorragia pero Beth estaba demasiado débil por la pérdida, la sentía apagarse poco a poco y eso también debilitaba su poder en él ahora que ella se había convertido en el cáliz de su propia vida…- Aguanta mi amor, aguanta…- le susurraba mientras seguía tratando de taponar la herida abierta y escuchaba el pulso de ella más y más débil…- Oh dios ayúdame!!- entonces vio brillar en el suelo el colgante Grigori como una respuesta a su ruego, cerró los ojos y al instante el Ángel de Vida fue a parar a su mano. Mick lo abrió con manos temblorosas, dejó que su contenido cayera sobre la herida abierta, el poder de aquellas gotas de sangre Grigori hicieron que el sangrado cediera y la herida comenzara a cerrarse de nuevo…en sólo unos segundos el pulso de ella comenzó a normalizarse al mismo tiempo que él volvía a recobrar su fuerza. Una vez pasado el momento más crítico se dispuso a colocar el colgante alrededor de su cuello para que éste la protegiera.

Lance había alcanzado ya la salida alternativa de la cámara pero antes de desaparecer tras ella no pudo evitar volverse a contemplar su victoria y la ira lo dominó de nuevo cuando vio a Mick incorporar a la joven para colocarle el Ángel de Vida –maldito seas!!- mascullo entre dientes, -mientras ella viva, él no morirá…”- se repitió, entonces agarró con fuerza la empuñadura de la espada Grigori y acto seguido la lanzó sin más hacia el pecho descubierto de la joven mientras gritaba con rabia –No la dejaré viva para ti!!-

- Josef!!! –gritó entonces Gabriel, condenado a contemplar lo que ocurría sin poder intervenir y en ese momento apareció junto a Josef otra espada Grigori, la que pertenecía al mismo Gabriel, y Josef la tomó sin dudarlo un instante, resistiendo el dolor de la quemadura que el contacto con la plata de la Espada del Destino provocaba en su piel y la lanzó con todas sus fuerzas para desviar la dirección de la que amenazaba la vida de Beth. Ambas espadas chocaron en el aire y acabaron cayendo al suelo a pocos metros de Gabriel. En apenas un segundo Gabriel recuperó la suya y cortó la huída de Lance

- He respetado las reglas, he permitido que el destino de ella se cumpliera para bien o para mal, y ahora llegó el momento de que se cumpla el tuyo…Pagarás por la muerte de Eric, por la de Lilith y por todo el mal que has sembrado a lo largo de tu monstruosa existencia

- Ya no hay nada que tú puedas hacer contra mí, ahora soy inmune a tu poder y al de tu raza…

- Pero no al mío…- Mick extendió la mano y la espada de Eric llegó hasta él igual que un halcón busca el puño de su cetrero y en apenas una décima de segundo cercó a Lance tomándolo por los cabellos y exponiendo su cuello a la afilada hoja de metal - yo haré que pagues con tu sangre por cada segundo de dolor que hayas causado, por su angustia y por su miedo.

- No hay espada que pueda matarme ahora – decía Lance con la voz entrecortada por la cercanía del filo de metal a su garganta mientras mantenía aquella sempiterna sonrisa de suficiencia dibujada en el rostro-

-Tú crees? – masculló el vampiro guardián entre dientes- Entonces crearemos una que sí pueda… -Josef y Gabriel sujetaron con fuerza a Lance y Mick clavó sus ojos en él mientras retiraba el filo de la espada de su cuello para pasarlo por la palma de su propia mano hasta cortar su piel, la sangre del vampiro guardián tiñó de rojo el metal nuevamente mientras sus ojos podían ver aparecer el miedo en los de Lance…- El poder no es para quien lo toma, si no para quien lo merece…- Y al pronunciar estas palabras empujó con fuerza la punta de la espada haciéndola penetrar en el pecho de su enemigo hundiéndola más y más hasta llegar a su corazón.

Lance emitió un aullido monstruoso, cuando sintió penetrar en su cuerpo el metal teñido con la sangre de su verdugo, era como si una llama se hubiera encendido en sus entrañas y estuviera consumiéndolo poco a poco. Su cuerpo se quedó rígido…paralizado, pero no muerto y sus ojos, inmóviles, se llenaron de pánico al reflejarse en la mirada de hielo de Mick mientras éste le susurraba –Bienvenido a tu infierno…-

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Las limpiadoras cumplieron con su trabajo una vez más de manera impecable...después se ocuparon de Lance, había que prepararlo para el juicio ante la comunidad…Había que asegurarse de que la amenaza de su existencia desapareciera definitivamente con él. Sólo restaba sacar a Beth y Coraline de allí, era necesario llevarlas a un lugar seguro y Josef tenía el lugar perfecto sin necesidad de tener que dejar la ciudad hasta la ejecución de Lance…

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New York, 301 Waverly Place. Residencia de Josef Kostan

Cynthia terminaba de acomodar a Coraline bajo la atenta mirada de Josef cuando Mick entró en el cuarto…

-¿Cómo está? – preguntó con voz queda y al escucharle Cynthia se volvió hacia él, sus ojos llenos de lágrimas apenas podían contener el dolor y la rabia por la ya irremediable pérdida de su amiga.

-No muy bien la verdad –contestó Josef-, el golpe fue muy fuerte y ella está muy débil, la única solución sería volver a convertirla pero ella no....

-La verdad es que ella se ha rendido para que tú puedas ganar…!- interrumpió Cynthia espetándole toda aquella rabia que ya no podía contener más –Tú nunca la mereciste…- decía entre lágrimas y había tanta impotencia, tanta ira, tanto dolor en sus palabras que conseguían herirlo, Mick bajó la mirada y eso la enervó aún más- …Maldito seas Mick… maldito seas!!! –le gritó de nuevo y luego salió del cuarto-.

Mick cerró los ojos con aquel portazo, la culpa volvía de nuevo a él…Coraline no debió ir a ese lugar siendo una mortal, él se había asegurado de que no pudiera llegar cuando leyó en su mente la idea del sacrificio, pero todo fue inútil…El vampiro guardián se acercó hasta el borde de la cama y acarició suavemente los oscuros cabellos de aquella que en otro tiempo había sido su mujer.

-¿Por qué Coraline?

Coraline se agitó levemente en el lecho al oír la voz de Mick y luchó con todas sus fuerzas por abrir los ojos, tenía que verlo… hizo un esfuerzo casi sobrehumano y sus párpados comenzaron a despegarse lentamente a pesar de los calmantes que le habían administrado, hasta que finalmente pudo centrar su vista en él. Cuando sintió el tacto de su mano en la frente, una débil sonrisa asomó a sus labios y contestó:

- Parece que... últimamente tengo que estar al borde de la muerte para conseguir tu atención…

- ¿Por qué lo hiciste?¿Por qué te enfrentaste a él?

- Por ti…-suspiró- siempre fue… por ti…

Otra mirada apareció entonces frente a su vista y ella volvió a sonreír satisfecha perdiéndose en el azul de aquellos ojos que parecían sonreírle desde el infinito mientras su mano temblorosa se alzaba para alcanzar aquel rostro que ella amaba. Un último aliento salió entonces de sus labios para pronunciar un nombre apenas audible y su mano cayó sin vida sobre las sábanas de seda mientras una lágrima asomaba a los ojos del joven vampiro cuando la sintió partir.

- Maldito seas!!! Me mentiste!! –gritó Mick y su mano se cerró crispada sobre las sábanas- Yo la había dejado apartada de todo esto, pero tú la pusiste de nuevo en ese camino ¿Por qué? – y su voz dirigida a la nada sonaba grave, llena de resentimiento-

- Su destino era decisión suya Mick, no tuya… –contestó finalmente la voz de Gabriel - Ella tenía que ser libre para escoger al igual que tú - y la imagen del Guardián apareció entonces a la cabecera de la cama donde yacía muerta Coraline-

- Tiene razón Mick– intercedió Josef- ella ha elegido reconciliarse con su pasado al apostar por tu vida y la de Beth, pero no dejes que su sacrificio te haga cargar con sus culpas ni tampoco olvidarlas… Tú sabes mejor que nadie que Coraline siempre ha hecho las cosas con un doble propósito… no caigas en su trampa de nuevo convirtiéndola en tu fantasma y rechazando lo que eres ahora… no dejes que su muerte te aleje de lo que amas amigo…No dejes que te aleje de Beth...

MICK: Eso ya no podría pasar jamás…

Mentiría si dijera que no me dolió su muerte, que una parte de mí no se sintió conmovido ante su sacrificio, pero hacía tiempo que mi alma, mi cuerpo y mi vida tenían otra dueña, la única a la que yo podría pertenecer, la única a la que yo podría amar aunque todavía existiera entre nosotros la barrera de la eternidad

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Josef y Gabriel se hicieron cargo del cuerpo de Coraline y Mick la vio salir de su vida para no volver jamás. Con ella también se fueron su pasado y su oscuridad. Al final Coraline le había devuelto aquello que una vez le quitó, le había devuelto la vida y su vida era Beth.

El funeral fue una ceremonia sencilla a las afueras de la ciudad, en un hermoso y extraño jardín privado salpicado de hermosas esculturas de alabastro de estilo clásico que representaban hombres y mujeres tan perfectos que parecían tener vida propia en medio de un paraíso de terciopelo verde perfumado por decenas y decenas de orquídeas blancas …todo un paraíso de paz que acogía en sus entrañas los restos de aquellos que una vez renunciaron a su inmortalidad por amor...Coraline fue enterrada junto a los restos de Eric, trescientos años después ella había saldado sus cuentas con el pasado y ahora podía regresar a él… eso era lo que había elegido con su sacrificio y eso fue lo que Gabriel le concedió como símbolo de su perdón.

- Supongo que hay ciclos que deben cerrarse definitivamente para que otros puedan comenzar…- susurró Josef mientras veía sellarse la tumba de Coraline bajo la hermosa imagen marmórea de dos amantes separados que se buscaban anhelantes en el sutil contacto de sus dedos - “curiosa metáfora visual de la historia de aquellos que custodiaban…”-pensó y volviéndose hacia Gabriel le preguntó- Y…¿qué pasará ahora con Mick y con Beth?

- Eso sólo depende de Mick, aunque estoy seguro de que él encontrará la respuesta…- le contestó Gabriel y volviéndose hacia él añadió- sin embargo el suyo no será el único final que se reescriba...y entonces el Grigori le tendió la mano a Josef y éste la estrechó con la suya, todavía marcada por la quemadura que la espada Grigori había dejado en su piel – Ay milagros que todavía pueden convertirse en realidad…- le dijo mientras sus ojos azules se posaban benevolentes sobre los de Josef – Gracias…- susurró apenas el Guardián y cuando Josef volvió a mirar su mano, la horrible cicatriz se había borrado por completo, entonces levantó la vista sorprendido, todo lo que antes había visto, las orquídeas blancas, las estatuas, las veredas empedradas entre el terciopelo de la hierba…todo, absolutamente todo había desaparecido, incluyendo a Gabriel.

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El Ángel de plata brillaba sobre el pecho de Beth mientras Mick velaba su sueño segundo a segundo junto a su cama. Ella parecía repuesta de la pérdida de sangre sufrida y no había ningún otro daño aparente en su cuerpo, sin embargo continuaba sumida en ese extraño letargo, un sueño eterno que la mantenía lejos de él a pesar de tenerla tan cerca… ¿Por qué?...Mick la contemplaba allí tumbada frente a él, ella era ahora aún más hermosa, sus cabellos dorados resaltaban sobre el blanco puro y sedoso de su piel, los labios rosados, carnosos y perfectos parecían entreabrirse con su respiración provocando en él mil y un deseos y él se dejó atraer por ellos hasta estar tan cerca de su boca que casi podía sentir la caricia de su aliento en el rostro… sus dedos la buscaron trémulos recorriendo con ternura el óvalo perfecto de su rostro y sus ojos se cerraron de placer al sentir la añorada suavidad de su boca mezclada con la tibieza de su aliento y por un momento también sus labios se abrieron para buscar el anhelado contacto, acercándose más y más hasta llegar a rozar los de ella, entonces el vampiro que permanecía agazapado en él comenzó a despertar, él también la deseaba y quería llegar a ella …pero no… él no podía amarla así, ni siquiera sabía si debía… quizás ya no pudiera hacerlo nunca más y tal vez ese fuera su castigo ahora…Siempre juntos y eternamente separados.

- Dime qué hacer…- y hundió su cara junto a ella, desesperado por tenerla de vuelta… a ella… a su Beth…

-La respuesta está en ti y tú lo sabes –contestó la voz de Gabriel- El cáliz está en ella, pero también está en ti… sólo tú la puedes despertar… vosotros dos sois la auténtica profecía, luz y oscuridad, vida y muerte, las dos mitades de una misma moneda… dos almas gemelas pertenecientes a mundos irreconciliables unidas por un sentimiento noble y puro…

- Un sentimiento noble y puro…-repetía Mick en su interior y entonces recordó lo que Gabriel le había dicho: “Beth despertará cuando haya derramado su sangre por un inocente…” –Y no hay inocencia más pura que la que encierra el verdadero amor…-se dijo para si-

- …Un amor por el que se puede llegar a dar la vida sin pedir nada, sin esperar nada más que salvar a quien se ama…Para nosotros los Guardianes amar es morir, pero para ella y para ti, amar será vivir. Tú entregaste tu sangre por ella y ella entregó la suya por ti haciendo que la luz alimentara a la oscuridad, las dos estirpes se fundieron primero en ella y luego en ti… Ahora las dos mitades deben ser una y sólo hay una manera…

Y de nuevo recordó las palabras de Gabriel -“Yo nunca dejaría mi sangre en manos de un vampiro…”- y entonces sus ojos se centraron en el colgante de plata, mitad ángel, mitad vampiro.

MICK: Ella necesitaba a sus dos guardianes…Necesita al ángel que la proteja y al vampiro que la despierte...

Y Mick se giró hacia Gabriel pero no encontró a nadie, el Grigori había desaparecido o tal vez nunca había estado allí…Entonces volvió a mirar el rostro dormido de ella y recordó las palabras de su amigo Josef -“un día de estos tendrás que aceptar lo que eres”-. Ese momento había llegado, ahora ya lo sabía, él era lo que era por ella, y para ella… Mick volvió a acariciar el colgante de plata de Beth “el ángel la cuidará de la muerte, la protegerá de la oscuridad”

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Mick acarició el rostro de su bella durmiente, terso, tibio y suave…cerró sus ojos y aspiró su aroma dejando una vez más que penetrara en él hasta lo más profundo de su ser, sintiéndola de nuevo, deseándola más que nunca… y sus labios buscaron de nuevo los de ella hasta encontrarlos en un roce tierno, suave y delicioso…aquel sabor tan delirante de ella en su boca le hacía querer ir más allá y el deseo comenzó a dominarlo hasta despertar de nuevo al vampiro…este era su momento, por eso se mantenía aún vivo en él… por ella… para ella… y el vampiro que moría de deseo por amarla, por invadir aquella boca y saborear cada milímetro de ella, tomó el relevo y el beso se hizo más íntimo, más profundo, más pasional y su cuerpo también sintió la urgencia de su deseo con un hambre insaciable mientras sus labios moldeaban esa boca que era suya, sólo suya….

Entonces sus colmillos estallaron rozando aquel terciopelo húmedo, haciendo aflorar sendas gotas de sangre en la lengua y los labios de Beth que se deslizaron lentamente por los suyos, empapándole de un deseo que era ya incontrolable mientras comenzaba a beber con su beso el néctar vital que le ofrecían aquellos labios deliciosos que eran sólo para él… y el mundo dejó de existir cuando la sintió latir en él y se sintió renacer en aquel beso …

Pero ella seguía dormida…

…El vampiro la miró con ternura y anhelo mientras recorría con su dedo aquellos labios teñidos de sangre…él la necesitaba despierta para amarla y haría lo que fuera por traerla de vuelta y una lágrima asomó entre la plata de su mirada...Tenía que hacerlo, sí, y lo haría…Entonces se mordió los labios y dejó que su propia sangre se derramara en la boca de Beth con la proximidad de sus labios – despierta princesa, ven a mí…- le susurró y la lengua de ella comenzó a barrer aquellas gotas de sangre que él le ofrecía para hacerlas suyas y Mick se sintió desfallecer de placer cuando ella, aún entre sueños, lo buscó y comenzó a beber la sangre que brotaba de sus labios…

La sangre del vampiro se mezcló con la suya y empapó sus sentidos, trayéndola de vuelta de su sueño infinito a través de un nuevo universo de sensaciones y deseo mientras sus labios de terciopelo se despertaban para acariciar la herida, cerrándose sobre ella para beber de la vida que la ofrecían en una dulce y sensual succión que arrancaba en Mick gemidos de absoluto placer. Sus fuertes brazos rodearon el suave cuerpo de ella atrayéndola más cerca de él mientras uno bebía del otro hasta sentir cómo los latidos de ella despertaban los suyos, batiendo al unísono en un solo corazón…

…Y durante aquella extraña comunión boca a boca, labio a labio, sangre a sangre, él sintió su cuerpo despertar lentamente entre sus brazos y poco a poco sus manos suaves y cálidas comenzaron a ascender por su piel hasta llegar a su rostro, y escuchó sus dulces gemidos de demanda ahogándose en su boca mientras sus brazos delicados se anudaban por fin en su cuello atrayéndole hacia ella, cuerpo a cuerpo, centímetro a centímetro, deseo contra deseo …Él la sintió de vuelta, sintió el olor del deseo que empapaba su cuerpo de mujer, llamando al suyo…ella había vuelto por y para él de la misma forma que su sangre le había hecho volver a él para ella en la cámara…– Beth…Beth- la llamó entonces deseando que aquella que se estremecía entre sus brazos con los labios teñidos de su sangre fuera ella… fuera su Beth

Al pronunciar su nombre aquellos hermosos ojos se abrieron por fin y Mick se perdió en la sensual pureza de su azul reconociendo en aquella mirada limpia y enamorada a la mujer que amaba, mientras ella acariciaba su rostro con ternura borrando con la luz de su sonrisa todo rastro de oscuridad - Te amo…- y sus ojos recorrieron el rostro del hombre que amaba hasta bajar a su boca -… mi ángel…- susurró mientras recogía con su dedo la sangre de los labios de él - …mi vampiro… - y se llevaba el dedo a su boca saboreándolo de nuevo para luego acercar sus labios sobre los de él hasta acariciar la herida con su aliento -… mi vida…- y su voz sonó como un susurró dulce en su boca y él volvió a perderse en el océano azul que había en su mirada mientras aquellos labios tentadores se posaban de nuevo en los suyos, como el suave roce de las alas de una mariposa… -Oh Beth no vuelvas a dejarme nunca, yo no podría vivir sin ti…-

...Y los labios hambrientos de él rozaron también los de ella hasta que una imperiosa necesidad dominó su cuerpo y su mente, tanto así que pensó que acabaría enloqueciendo si no la hacía suya en ese momento y entonces sus bocas sedientas de amor volvieron a fundirse de nuevo gritándose su deseo beso a beso…

… Sus manos se buscaron mutuamente ávidas del tacto del otro, liberando por fin su desnudez de todo obstáculo, dejando sólo la piel contra la piel...y ella se dejaba envolver por su aroma varonil, almizclado y penetrante mientras rodeaba su cuerpo con sus piernas dejándose hundir sobre su poderoso pecho que ahora era cálido para ella... Él recorría la perfecta y anhelada suavidad de su cuerpo, siguiendo el camino del pulso en su cuello con sus labios y aspirando su perfume suave y delicado, mientras sus manos hacían filigranas en la línea de su espalda hasta terminar aferrándose posesivas a sus caderas, llevándola hacia él movidas por la fuerza de su deseo, para terminar cubriéndola con su cuerpo y así saciar su locura por ella...y se sumergió en aquella cálida humedad tan deseada que lo esperaba y que ya no soñaba con volver a poseer jamás, pero que ahora volvía a ser suya…suya para siempre, suya sin barreras, sin límites, sin tiempo… y la sintió temblar en sus brazos, cimbreando su hermoso cuerpo bajo el suyo ante su dulce invasión, fundiéndose con él cuando sus agitadas respiraciones se convirtieron en gemidos nacidos del placer, gritando sus nombres al ritmo de su pasión en una entrega absoluta…

...La eternidad había dejado de separarles para convertirse en su aliada y allí es donde quería estar, eternamente en sus brazos, perteneciéndose en cuerpo y alma.

Próximo episodio

EP.11 EPISODIO FINAL"

Vídeo "Hablame" dedicado al fanfic "2ª Temporada Virtural By Selene" Editado por mi gran amiga Bonyclik


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