E.P. de ML. "Mil preguntas"

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.:*ESENCIA DE MUJER*:.

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.:*INDICE DE ESCENAS PERDIDAS Y MOMENTOS ML*:.

NOTA DE LA AUTORA: Antes de llegar a mi escena favorita (FEVER), les propongo dos pequeñas paradas para esta semana: "Tú cercanía" que es una escena ficticia entre Mick y Beth después de ese abrazo del final del episodio primero y "El secreto" que corresponde al segundo episodio. Ambas están incluidas en la escena presentada esta semana con el título "MIL PREGUNTAS", espero de corazón que les guste. Besos. Selene

"MIL PREGUNTAS"

Oigo tu voz siempre antes de dormir….me acuesto junto a ti y aunque no estás aquí, en esta oscuridad, la claridad eres tú” M Clan

"Tu cercanía"

Escena ficticia situada al final del primer episodio

¿Qué fue lo que pasó después de aquel abrazo? Creo que el tiempo se detuvo por un momento aunque a mí no me hubiera importado que aquellos instantes hubieran sido eternos. Luego ella titubeó y, aún sin quererlo realmente, comenzó a retirarse lentamente de mí. Apenas se rompía el abrazo, yo pude sentir cómo mi cuerpo y mi piel parecían gemir por la pérdida de su contacto o por el deseo del mismo. Abrí los ojos y me di cuenta de que nuestros labios estaban a sólo unos centímetros de distancia y su aliento acariciaba tímidamente mi piel...Sentí un impulso extraño que me confundía. No podía entender lo que me estaba ocurriendo, ella hasta ahora había sido mi niña pero en ese momento la sentía como una mujer y eso no estaba bien…Sencillamente no podía ser…

Ella buscó mi mirada de nuevo, pero yo no se la di esta vez. No podía hacerlo, tenía miedo de que ella pudiera leerme otra vez, pero sobre todo tenía miedo de que aquello que se había despertado en mí tras aquel abrazo, me llevara a hacer algo de lo que pudiera arrepentirme, y creo que lo hubiera hecho si ella volvía a mirarme, si seguía sintiendo aquel aliento suyo, cálido y delicioso, tan cerca de mi boca. Así que yo mismo terminé de romper el contacto por completo, me alejé de ella como si me quemara y me volví hacia la mesa para coger las llaves del coche intentando distraer mi mente con otra cosa.

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La llevé a su casa…No hubo palabras en el camino, pero sí sentía su mirada furtiva y curiosa sobre mí mientras que yo apenas me atrevía a mirarla por miedo de volver a ver a la mujer en lugar de mirar a la niña…Ella ahora estaba a mi lado y eso debía ser más que suficiente para mí…Sin embargo, aquel abrazo había iniciado una nueva tortura peor aún que el silencio y la sombra en los que había estado confinado durante estos 22 años…
Al llegar a su apartamento, bajé del coche dispuesto a abrirle la puerta, costumbres de otra época supongo porque ella no dio opción a que lo hiciera, simplemente, apenas dedujo mi intención, abrió la puerta del coche y me sonrió de una forma encantadoramente pícara mientras bajaba del automóvil.
Subimos las escaleras aún en silencio, ella delante y yo detrás y no sé porqué mis ojos comenzaron a recorrer la silueta de su cuerpo mientras caminaba...Ella era realmente hermosa.

Una vez frente a la puerta, ella se giró y me miró de nuevo. Sus labios pronunciaron la palabra “gracias” y aquella palabra dicha por ella sonó dulce como la miel vertiéndose en mi oído, acto seguido me besó en la mejilla y yo sentí que todo se desvanecía a mi alrededor, que no existía nada más que el contacto de aquellos labios cálidos y suaves sobre mi piel fría…Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, la calma y la paz que su cercanía siempre había provocado en mí cuando era una niña, se transformó ahora en una especie de calor placentero que se apoderó de mí en el momento en que sus labios tocaron mi piel. Mis brazos parecían querer buscarla de nuevo por instinto, pero la orden no pasó del cerebro a los músculos. Aquello simplemente no podía ser, yo no debía ni pensarlo siquiera y mi cerebro comenzó a luchar de nuevo contra el instinto, volviéndome increíblemente torpe y lento en la pugna. Ella me descolocaba por completo cada vez que la tenía cerca. Finalmente, antes de que ninguno de los dos, mente e instinto, acabara de imponerse por completo, ella desapareció tras la puerta de su apartamento y yo sólo acerté a mirar sus labios dedicándome una sonrisa dulce y encantadora que me dejó parado en el sitio sin saber qué pensar ni qué sentir.

BETH: Me hubiera encantado que me hubiera abrazado, me hubiera encantado invitarle a pasar, pero no….no me atreví, aunque una parte de mí se sentía increíblemente tentada a hacerlo, tanto que me sorprendí a mí misma mordiéndome los labios tras cerrar la puerta, manteniendo en mi retina la imagen de él al otro lado y cerré los ojos deseando con todas mis fuerzas que llamara a la puerta...Por todos los demonios!!! quería volver a sentir sus brazos alrededor de mi cuerpo una vez más...Pero él no lo haría...¿Por qué iba a hacerlo? Era absurdo siquiera pensarlo, probablemente él ya se habría marchado sin imaginar nada de lo que yo estaba pensando... y sin embargo sentí algo tan especial durante aquel abrazo en su apartamento... por un instante, cuando él se aferró a mí y aspiró mi olor y yo él suyo, sentí como si ambos hubiéramos encontrado algo que habíamos estado buscando desde siempre sin saberlo. Separarme de él fue como tener que romper un hermoso sueño del que una no quiere despertar y, aunque resulte extraño, por un momento me pareció que él sentía lo mismo.

Todo aquello me tenía totalmente desconcertada...Yo nunca había sentido una atracción así por ningún hombre. Era algo irracional, casi instintivo. Miles de mariposas comenzaban a revolotear en mi estómago cada vez que me lo encontraba...Él era sencillamente perfecto a la vista, tan poderoso y masculino que resultaba absolutamente imponente... había en él un aire de misteriosa nostalgia y sensualidad que, unidos a su belleza natural, le hacían parecer increíblemente atractivo a los ojos de cualquier mujer, tanto que era inevitable mirarlo e incluso desearlo...pero para mí era algo más que físico, era algo emocional y lo más curioso de todo es que yo apenas lo conocía, además ya tenía a Josh...

¿Qué me estaba pasando con este hombre? Yo no era así y sin embargo cuando le tenía cerca y percibía su olor, cuando me miraba a los ojos, cuando me hablaba, tenía la sensación de que le conocía de siempre, que él era mi verdadero puerto, aquel que siempre había deseado encontrar, entonces las mariposas volvían a revolotear en mi estómago y todo lo demás parecía borrarse de mi mente sin que pudiera o quisiera evitarlo, todo, incluso Josh...

……………::**&**::……………

A estas alturas, Beth ya era parte de mi vida aún sin saberlo, y después de nuestro reencuentro, ella también parecía querer asomarse a la mía, sin embargo yo era consciente de que aquel no iba a ser un reparto justo…Después de todo yo lo sabía todo de ella pero ella no sabía nada de mí…nada…Peor aún, no debía saberlo nunca. No me importaba enfrentarme al rechazo de los demás, pero no creo que pudiera soportar el suyo...No soportaría que ella me temiera, ver el miedo en sus ojos sería el más cruel de los castigos a lo que soy, por eso ella nunca debía conocer mi secreto.

Pero la verdad estaba ahí, implacable e inevitable....no sería fácil mantener aquel secreto y menos aún con Beth. A medida que ella iba acercándose a mí, me daba cuenta de que me resultaba más difícil tener que mentirle y sentía cómo ese secreto comenzaba a destruirme por dentro, pero la verdad podría resultar más peligrosa que el silencio o la mentira.

Sin embargo conociendo a Beth, tarde o temprano su curiosidad e instinto innatos la llevarían a buscar esa verdad y si he de ser sincero, creo que una parte de mí contaba con ello, contaba con que ella me liberara de un peso que cada vez se me hacía más difícil de soportar...un peso del que hubiera sido incapaz de liberarme por mí mismo y no sólo por la lealtad que le debía a mi comunidad, si no porque el miedo a herirla de alguna manera y a perderla después, era más fuerte que nada...

"El Secreto"

*(Mi agradecimiento a mi querida amiga Gogito por su colaboración especial en la realización de este banner.)

BETH: Yo era consciente de que él ocultaba un secreto, algo que no quería o no podía contar sobre su pasado y que parecía esquivar constantemente. Algo que le hacía daño y no quería recordar pero que tampoco podía olvidar…y sin embargo, cuando le miraba a los ojos había momentos en que me parecía que deseaba contármelo, que deseaba liberarse de ese peso, pero luego volvía a imperar el silencio y cuando veía las preguntas asomando en mi mirada, sólo sus ojos podían gritar "confía en mí"

Pero, ¿Cómo confiar en un desconocido lleno de misterios? y sin embargo lo hice...aún a pesar de la propia lógica, a pesar de mil evidencias, de las dudas, de los silencios...a pesar de todo, lo hice...aunque ni yo misma pudiera entender el porqué.

Tal vez fuera por la franqueza de su mirada, a veces tan atormentada y nostálgica, quizás fuera por aquella hermosa melancolía que emanaba de lo más profundo de sus ojos color de mar…No lo sé, lo cierto es que acabé confiando en él aún sin saber nada, aún cuando todo apuntaba en su contra y los demás pretendían acorrarle, aún cuando oí a LG decirle por teléfono "sé lo que eres"...

No me gustaban sus silencios, me hacían sentir traicionada, pero aún así confíe ...Era como si en el fondo supiera que debía ser así, como si él mismo fuera parte de mí y también yo debiera protegerlo, igual que él parecía protegerme a mí…Así que cuando le vi indefenso y herido en el suelo a merced de ese maldito psicópata, cuando vi el fuego del soplete que le amenazaba brillando ante mis ojos, trayendo a mi mente aquella visión que se repetía en mis sueños, lo supe…Supe que debía hacerlo… y disparé y por un momento fue como si al hacerlo también estuviera intentando matar mis propios demonios.

Maté a una persona sin pensar en nada más y lo que más me impresionó no fue ver caer a aquel tipo desangrándose ante mis ojos, si no el hecho de que Mick desapareciera después…
Yo había matado a una persona por él. Esa era una prueba definitiva para que él pudiera confiar en mí, para que me contara aquello que me ocultaba y sin embargo él había vuelto a huir una vez más.

MICK: Me salvó la vida, pero yo no podía darle las respuestas que necesitaba...No podía decirle que sólo era un monstruo.

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BETH: Apenas dejé de percibir su presencia, volví a sentir aquella angustia como cuando despertaba de mis sueños y el olor de la calma desaparecía…Entonces comencé a vagar por la calle buscándolo sin saber muy bien porqué, vagando entre pasado y presente, sin saber qué era real y qué no, sumida en la incertidumbre.

No pude hacer mi declaración ante el Teniente Carl, me sentía como ausente, no podía apartarle a él de mi pensamiento ni un instante. Sólo tenía una idea en la cabeza. Tenía que averiguar la verdad, necesitaba respuestas a todo lo que estaba pasando y sólo él podía dármelas…¿Por qué me había mentido con lo de su padre?¿Por qué aquel psicópata le amenazó diciendo que sabía "lo que era"?¿Por qué yo soñaba con él por las noches?¿Por qué él me recordaba aquellas sensaciones que no entendía?¿Por qué tenía esa necesidad de buscarle y porqué sentía que él también me buscaba a mí aunque me huyera?...

Cogí el coche y fui a buscarle a su casa. Tenía que verle, tenía que saber que él estaba bien, o tal vez simplemente necesitaba saber que estaba…sólo eso…

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Vivir con un secreto que no puedes compartir con nadie, te tortura, de destruye por dentro pero lo haces cuando temes que la liberación te traiga un dolor mucho más profundo…La soledad…Sin embargo mentirle a ella era como mentirme a mí mismo… y no hay verdad de la que uno pueda huir ni esconderse eternamente.

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Beth me encontró y cuando lo hizo, cuando escuché su voz a mi espalda, sentí que había llegado el momento …Ya no había escapatoria, no había marcha atrás. No la hubo desde el instante en que decidí salir de la sombra y ponerme frente a ella... solo era cuestión de tiempo que llegara ese momento, pero aún sabiéndolo, aún necesitándolo sin quererlo, era algo para lo que nunca habría estado preparado…

BETH: La puerta del apartamento estaba abierta y yo entré...Le llamé y él se escondió de mí rogándome que me fuera, que no le mirara, pero ya era tarde...Ya no me iba a conformar con su silencio ni le iba a permitir esquivarme una sola vez más...Hacía días que su imagen aparecía en mis sueños y su voz resonaba en mi memoria desde otro tiempo. Me acerqué a él lentamente sabiendo que cada paso que daba me acercaba a una verdad para la que tal vez no estuviera preparada y sin embargo no podía dejar de avanzar...Entonces le ví...

Allí, agazapado en un rincón, no parecía él. Era más bien como un animal asustado. Vi su cuerpo temblar espásticamente por la debilidad, mientras sujetaba en la mano algo que parecía una bolsa de sangre y sentí que algo me daba un vuelco por dentro al ver aquello...

MICK: Mi cuerpo temblaba por la debilidad causada por la plata y la sed implacable de mi cuerpo en un grito de supervivencia, pero también temblaba por el miedo a lo inevitable...Ella no se marcharía sin respuestas. Tenía todo el derecho a tenerlas, incluso más de lo que ella misma imaginaba, pero ¿qué pasaría cuando las encontrara?...¿Me temería?...¿Me odiaría como yo me odiaba a mi mismo? En cualquier caso los dados ya estaban echados y solo me quedaba afrontar mi destino una vez más...

BETH: La sangre, los colmillos…todo parecía como parte de una pesadilla y sin embargo era incomprensiblemente real. Probablemente la reacción lógica hubiera sido salir corriendo de allí, pero yo simplemente me quedé paralizada, primero por la sorpresa ante lo que ví y después por lo que percibí…tan distinto a lo que tenía ante mis ojos…

MICK: Y de nuevo volvió el miedo, la vergüenza, el rechazo…Miedo de volver a mi infierno, ...vergüenza de ser lo que soy al mirarme en sus ojos convertido en un monstruo y rechazo a mí mismo, a mi naturaleza…a una verdad ineludible que sólo me deparaba soledad.

BETH: Me quedé quieta, observándolo, paralizada por la sorpresa pero no por el miedo, yo nunca podría temerle fuera lo que fuese...Él seguía cabizbajo, vulnerable, yo diría que aterrado, luego se armó de valor y me miró para darme la respuesta que había en sus ojos. Su mirada plateada me impresionó en un principio pero luego, lejos de ser feroz, me pareció más bien como la de un niño desvalido, avergonzado y temeroso que suplicaba perdón por lo que hacía, por lo que era, mientras la sangre seguía resbalando de sus labios manchando obscenamente su barbilla…

BETH: Eran demasiadas cosas las que tenía que procesar, había imágenes que venían a mi mente, imágenes de un pasado que no podía situar, imágenes en las que aparecía él. El pasado y el presente parecían converger en un punto...sus ojos...pero yo no podía pensar en ello, no todavía, e inconscientemente dejé que el velo del olvido continuara echado sobre mi memoria cubriendo el ayer...Era lo mejor, supongo que en ese momento tenía bastante con el presente.

-"Qué eres?"- pregunté yo - "Soy un vampiro" - me contestó y aquella respuesta me dejó sin palabras-.

MICK: Le rogué a Dios para que no sufriera, le rogué para que aquello no vulnerara su mente, sus recuerdos...Pero en ese momento me dí cuenta de que ya no podía seguir mintiéndola, no a ella...Ella debía saber lo que soy y una vez descubierto lo que yo jamás me hubiera atrevido a mostrarle, me sentí en parte liberado. Ahora la decisión estaba en sus manos y también lo estaba mi vida...Ella era la única mortal que conocía mi secreto, si me traicionaba a mí traicionaría a toda mi comunidad y sin embargo eso era lo que menos me preocupaba...

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BETH: Finalmente reaccioné y salí de su apartamento totalmente confundida ….Entré en mi coche y me aferré al volante dispuesta a alejarme de él y de todo lo que su verdad había traído a mi mente, pero no podía olvidar aquella mirada…Conduje maquinalmente hasta mi casa pero seguía viendo sus ojos en mi mente y escuchando su voz “por favor, no me mires”… parecía tan vulnerable ante mí, daba la impresión de que no se atreviera a mirarme y cuando lo hizo vi en sus ojos un miedo incontenible que se desbordaba en su mirada de plata convirtiéndose en una súplica desesperada…Él temía mi reacción y temía mi miedo, temía mi respuesta…Temía mi adiós...

Llegué a mi apartamento sin poder quitarme aquello de la cabeza...Ya en la cama me parecía oír su voz diciéndome "confía en mí"...aquella voz se repetía en mi memoria una y otra vez... igual que en mis sueños, igual que cuando era una niña...Entonces volvía a aparecer ante mis ojos el fuego de aquella noche y en medio de la confusión, sus ojos claros y limpios ofreciéndome refugio...creo que en ese momento supe la verdad sobre él y sobre mí aunque volví a negármela, a enterrarla en lo más profundo de mi memoria…Hay secretos que son difíciles de enfrentar porque no son fáciles de comprender y lo que me ocurrió aquella noche de hace 22 años era uno de ellos...Aunque sí me di cuenta de que no podía dejarle sin más, no podía apartarle de mi vida, ni siquiera sabiendo lo que era.

Tal vez él fuera un monstruo en apariencia, pero no lo era para mí, yo ya había visto antes lo que había tras su mirada, yo ya había confiado en él aún sin conocer su verdad…Tal vez nada de todo aquello tuviera lógica pero, aún sin querer saber el porqué, estaba segura de que no debía temerle.

Por eso regresé…

MICK: Temí su adiós cuando la vi salir conmocionada por la puerta de mi apartamento, pero también temía su regreso y las preguntas que debería enfrentar porque eso significaría recordar una traición que marcó mi vida y la culpa de una muerte que aún pesaba a mis espaldas

BETH: Quería saberlo todo de él, apagar la inmensa curiosidad que él despertaba en mi, pero era más que eso... Por un lado, inconscientemente, necesitaba encontrar todas las respuestas que me permitieran abrir la puerta de mi olvido sin que el miedo volviera a bloquearme y por otro necesitaba que me dejara asomarme a su vida porque sentía que él ya estaba en la mía de una forma irremediable. Deseaba que él confiara en mí de la misma manera que yo confiaba en él, necesitaba que me dejara entrar en sus misterios aún a pesar de mi temor a lo desconocido...Tenía que ayudarle a borrar el dolor y la soledad que vi en sus ojos...Sentí que se lo debía, que me lo debía a mí misma.

Toqué a su puerta cerrada y aunque al principio parecía inaccesible, la puerta comenzó a abrirse en el momento más inesperado, cuando un día él vino a mi apartamento y, aún sin a atreverse a entrar, me contó su verdad sobre cómo se convirtió en aquello que parecía odiar, cómo se sintió traicionado por aquella que una vez amó...Aquello me ayudó a entender muchas cosas de él, me ayudó a sentirme más cerca de él. Y es que realmente eso era lo que yo quería aún sin saberlo y comenzó en mi una necesidad de él que fue creciendo día a día...De eso me dí cuenta en el instante en que, tras contarme todo aquello, puso su mano sobre la mía y mirándome a los ojos me dijo por fin: "Sí, confío en tí"...

Sólo ella sabía quién era y lo que era, sólo ella podía entenderme, sólo ella podía darme paz y esperanza, sólo por ella tenía sentido vivir...Así que sí...Confié y confío en ella más de lo que nunca he confiado en nadie, ni siquiera en mí mismo...

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