E.P de ML: "Esencia de Mujer"

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.:*EL ANGEL GUARDIÁN*:.

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.:*INDICE DE ESCENAS PERDIDAS Y MOMENTOS ML*:.

Esta semana continuaremos conociendo los pensamientos de Mick en el punto donde lo dejó la última vez y él mismo nos contará cómo vivió su reencuentro con Beth y cómo pasó ante sus ojos de ser una niña, su niña, a convertirse en la mujer que terminó por enamorarle.

ESENCIA DE MUJER:

Cuando se despertó mi alma, se despertó también mi conciencia y con ella la culpa, una culpa que me persiguió después de matar a Coraline y que impedía mi total liberación, torturándome con el recuerdo de su cuerpo ardiendo entre las llamas. Esa culpa creó en mí un nuevo vínculo aún más difícil de deshacer…Yo quería desesperadamente romper con el pasado, pero el pasado siempre parecía perseguirme de alguna manera y no podía dejar de sentirme atrapado en él…Sin embargo, en lo que respectaba a mi ex mujer, yo sabía que no habría otro final posible salvo la muerte porque ésta estuvo presente entre nosotros desde el principio. ..Tarde o temprano lo hubiera terminado haciendo igualmente, pero fue aquella noche y fue por salvar a Beth y he de admitir que ese motivo se convirtió en mi verdadero consuelo.

En cuanto al monstruo que una vez fui…

Bueno, supongo que si la perdición de los hombres es el olvido, yo simplemente me negué a olvidar. Necesitaba compensar a los humanos por todo lo que había hecho en mi despertar como vampiro y, después de encontrar a Beth, aquello pasó de ser una simple excusa para vivir entre mortales a convertirse en algo realmente vital para mí . Era como si tuviera la urgencia de sentirme digno ante ella, tal vez con la esperanza de poder mirarla un día a los ojos sin temer su temor…pero también necesitaba volver a sentir esa paz de nuevo, la misma que había sentido salvando su vida, la que sentí después, en el silencio de la noche, cuando ella tomó mi mano buscando en sus sueños mi protección. Solo en ese instante, por unos segundos, dejé de sentirme un monstruo. Ella lo hizo posible y fue como un milagro para mí, un milagro que acabó por devolverme mi alma y desentumecer por completo mi conciencia .

Así que dejé de hacer lo que hace todo el mundo, cuidar de mí mismo y comencé el verdadero camino a mi redención cuidando de los demás, pero sobre todo cuidando de ella...
La época en que el instinto prevalecía terminó para siempre aquella noche y mi recién fortalecida conciencia dominó la voluntad del vampiro. Yo debía alimentarme de sangre, sí, eso era algo inevitable, pero no sería nunca más de sangre viva, ni siquiera la de una freshie dispuesta, porque todo lo que alimentara mi instinto destruiría mi conciencia y ahora no estaba dispuesto a dar marcha atrás. Por fin había encontrado una razón para existir y no permitiría que la bestia que vivía en mí la destruyera. Si era cuestión de voluntad, la mía sería de hierro, fuera contra lo que fuera.

En cuanto a Beth…

Ella se convirtió en mi mayor tesoro, mi único consuelo ante la soledad…Cuidé de ella sin que me viera, observándola en la distancia aunque esa distancia resultara muchas veces demasiado dura, demasiado cruel... La vi crecer y la vi reír disfrutando de sus pequeños éxitos de niña o soñando sueños de adolescente, dando aliento a mi pobre corazón no muerto con cada sonrisa sin que ella lo supiera. Pero también la vi sufrir y llorar sus pérdidas y decepciones abrazándose a su almohada como si buscara inconscientemente un refugio, igual que aquella noche, mientras las lágrimas resbalaban por su rostro surcando de angustia mi alma. Pero yo debía mantenerme oculto a sus ojos, sin poder hablarle, ni darle consuelo, sin poder abrazarla… condenado a la ingrata frialdad del silencio, luchando contra esa necesidad, cada vez más irreprimible, que surgía en mí cada vez que la veía sufrir. Y sin embargo debía hacerlo por ella misma…

Yo no podía ni debía intervenir en su vida y romper su paz derribando con mi presencia su refugio en el olvido. Debía permanecer desterrado de su memoria junto con todo lo que ocurrió la noche de su secuestro…era lo mejor para ella y lo mejor para mí, aún cuando ella siguiera buscando mi refugio en sus sueños y yo estuviera muriendo por no poder dárselo…
Fue algo que asumí como parte de mi castigo por ser lo que era y me consolé con verla crecer feliz y segura, manteniéndome cerca de ella, oculto en las sombras, sólo para cuando ella llegara a necesitarme realmente…

………….::**&**::…………

Beth creció con un carácter inquieto, curioso, casi intrépido y sobre todo con una increíble tendencia a meterse en líos, aunque admito que la mayoría de las veces también tenía los recursos suficientes para salir de ellos. En cualquier caso, y en contra de cualquier pronóstico, después de su traumática experiencia de niña, a ella parecía encantarle el riesgo.

Tal vez por eso cuando, pasado el tiempo, la vi en el monitor de mi ordenador convertida en una reportera de sucesos, y en medio de la escena de un crimen, se dispararon mis alarmas. Apenas vi sus ojos azules mirándome a través de la pantalla, sentí un impulso incontrolable de acudir a donde ella estaba. Supongo que en ese momento no pensé en nada más y ese es precisamente el problema, que cuando se trata de ella se despierta en mí esa especie de instinto de protección que me lleva a actuar sin medir las consecuencias, tal vez porque antes que nada y antes que todo, antes que yo mismo y antes de lo que me rodea, está ella…Siempre estuvo ella...

...Y ahora que lo pienso no sé hasta qué punto era un instinto de protección o de territorialidad, porque la verdad es que ella y todo lo que tenía que ver con ella, se convirtieron en "cosa mía" justo desde el momento en que decidí salvarle la vida para encontrar la mía.

BETH: Él siempre estuvo en mis sueños de una manera u otra. De niña lo imaginaba como si fuera mi Ángel de la Guarda, de adolescente trataba de buscarle en el rostro de mis ídolos…pero él no tenía rostro para mí, solo era una especie de sensación que se hacía extrañamente presente en los momentos en que las pesadillas me atormentaban de niña o cuando me sentía cerca del peligro…

Él era algo irreal que flotaba en el ambiente, algo que no podía ver pero que, inexplicablemente, sí podía sentir. Era algo que me era imposible describir ni comprender, pero que me hacía sentir bien…Era un olor, un susurro suave y tierno en mis sueños pronunciando mi nombre…Era el sonido de la calma, el perfume de la seguridad…Algo que borraba mi miedo y me hacía sentir fuerte y a salvo… Tal vez por eso buscaba el riesgo sin darme cuenta, tal vez en mi subconsciente lo único que buscaba era poder sentir su presencia.

Pero él no sólo estaba en los momentos de peligro, también lo estaba en aquellos momentos en que la vida me golpeaba y yo me encerraba en mi cuarto acurrucada en la cama, deseando a veces desaparecer…Entonces una parte de mi le hablaba al silencio y le pedía “quédate, quédate conmigo, te necesito a mi lado” y al instante volvía a tener esa sensación extraña de calma y la angustia desaparecía…en ese momento sabía de alguna manera que ya no estaba sola.

Nunca estuve segura de si todo eso era real o solo el fruto de mi fertil imaginación, hasta que una noche esa sensación dejó de ser sólo algo abstracto en mi mente para tomar forma ante mis ojos… a partir de ese momento mis recuerdos dormidos comenzaron a revolverse en mi mente enfrentando el pasado y el presente…

…………::*&*::………….

Algo cambió en mí aquella madrugada cuando la vi caminando descalza en el agua helada de la fuente. Fue algo que no podía entender entonces y que entiendo ahora…Era como si después de todos estos años de repente la estuviera viendo por primera vez y me quedé allí, inmóvil, sin poder apartar mis ojos de ella.

Recuerdo que el teniente Carl le llamó la atención mientras sacaba fotos del cadáver de aquella chica y entonces la vi caminar con su cuerpo de mujer y su actitud de niña. Parecía como si hubiera sido pillada en medio de una travesura... Yo pensaba que ya nada podía sorprenderme, pero ellla sí podía hacerlo...Ella lo hace cada día....

Mis ojos se centraron en ella en ese instante, caminaba con el paso seguro y decidido de una adulta, pero tenía los zapatos bailando entre los dedos de su mano y los pantalones remangados hasta las rodillas igual que la había visto tantas veces cuando era una niña y jugueteaba en el agua....

No sé porqué, en aquel instante en que la vi caminar, deseé desde lo más profundo de mi ser que ella viniera a mí. Fue algo inconsciente, ajeno a mi voluntad y justo en ese momento sus pasos se dirigieron hacia donde yo estaba como si respondiera a mis deseos …A medida que se acercaba y el aire acarició su pelo, yo pude percibir esa fragancia suya una vez más… Distinguiría su aroma entre un billón, era el mismo que se enredó en mi corazón no muerto hacía 22 años… era el mismo perfume de calma y paz de la niña de entonces y sin embargo ahora me parecía tan diferente …había algo más, algo nuevo, algo entre picante y sedoso que embriagaba mis sentidos confundiendo al hombre y seduciendo al vampiro, manteniéndonos allí a ambos como hipnotizados sin poder dejar de mirarla…

Ella llegó a mi altura y me miró, había una fascinante curiosidad en sus ojos. Cabía la posibilidad de que ella me reconociera y sin embargo, cuando sus ojos se posaron en los míos y me habló, nada de eso pareció importarme… Pero pronto me di cuenta de cuál era mi realidad, bastó con que ella pronunciara casualmente la palabra "vampiro" para definir el crimen de la chica que estaba tendida en la fuente, aquello fue suficiente para despertarme de su hechizo y desaparecí de nuevo…
Volví a alejarme de ella, es cierto, pero no lo suficiente…creo que ya no hubiera podido volver a la sombra y al silencio después de verla, después de sentir su mirada en mí...Creo que no hubiera podido hacerlo ni aunque mi vida dependiera de ello y quizás por eso cuanto más se empeñaba mi parte consciente en alejarse de ella, más necesitaba acercarse a ella la inconsciente, y más la buscaba...

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BETH: ¿Qué fue lo que sentí aquella noche? No lo sé, de repente fue como si una fuerza extraña me llevara hasta él sin que yo me diera cuenta hasta que, de repente, lo tuve frente a mí. Cuando le miré a los ojos me pareció como si lo conociera de siempre…había algo en su mirada hermosa, penetrante, serena y cálida, en su voz suave, profunda y cercana, en el misterio que parecía rodearle como si hubiera salido de la nada, en su poderoso atractivo con un cierto aire de otra época, que traía a mi mente el recuerdo de sensaciones que no podía situar y que de repente sentí el deseo de descubrir...

Ese encuentro y todos los que vinieron después, quién sabe si provocados o no por el destino, su voz aterciopelada y al mismo tiempo tan seductora, su contacto tan frío y tan cálido a la vez, su mirada tierna, profunda y misteriosa y ese olor suyo tan extrañamente familiar, fueron avivando en mí esa sensación de necesidad y de repente me encontré a mí misma deseando verlo sin que pudiera entender la razón de aquella extraña atracción, que siempre acababa llevándome allí donde él estaba.

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Llegó el momento en que ella volvió a necesitarme igual que hacía 22 años y yo, por supuesto, estuve allí…

Me hubiera encantado matar con mis manos al tipo que le hizo daño pero ella parecía mirarme luchando aún contra el efecto de la droga que el tipo le había inyectado y yo no podía hacer nada frente a sus ojos que provocara sus recuerdos o sus miedos...nada que le hiciera ver al monstruo que había en mí.

Contuve a la bestia que gritaba dentro de mí y me limité a dejar al tipo fuera de combate pero vivo para la policía, en lugar de desangrarle allí mismo como hubiera hecho el vampiro cuando le tocan lo que es suyo. Luego la tomé a ella en mis brazos y la saqué de allí. Ella pasó débil su brazo por mi cuello, pegó por un segundo su rostro contra mi pecho, aspiró lentamente en mí, gimió reconfortada como si por fin se sintiera segura y a salvo y luego cedió por completo al efecto de la droga y cayó en un sueño profundo. Yo la sentí abandonarse a mí, confiada, igual que aquella noche en que se durmió en mis brazos tras el rescate...pero esta vez no la llevé a su casa para desaparecer de nuevo de su vida como hiciera entonces...Esta vez la llevé a la mía...

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BETH: Era como si ya pudiera cerrar los ojos, como si ya no tuviera nada que temer...Dicen que cuando uno está en el límite de la consciencia puede tener percepciones que en un estado normal no tendría o no apreciaría...Supongo que en ese límite, la realidad y el subconsciente se entremezclan en un baile primario en el que solo rigen los sentidos...Cuando él me tomó en sus brazos todo estaba borroso para mí, pero hubo algo que sí pude percibir...Su olor...Una sensación de seguridad se apoderó de mi y me dejé vencer...Luego vino el sueño, las imágenes borrosas del pasado que parecían querer escapar del olvido, aquella mujer horrible y el hombre que me salvó...No había rostros, solo sensaciones...Todo era un carnaval de imágenes y voces confusas que no podía distinguir, y yo solo podía sentir el miedo, la angustia.... después percibí ese olor de nuevo y con él la calma, como si al aspirarlo sintiera "ya estás a salvo"... una imagen borrosa apareció entonces en mi mente mezclando el sueño y la realidad, el pasado y el presente...abrí los ojos pero el olor no desapareció, seguía allí conmigo, cercano y fuerte... Real... y la imagen se iba haciendo más y más nítida...Era él...Él...¿Acaso era ese el rostro que siempre había buscado en mis sueños o tal vez era yo misma la que deseaba que lo fuera?

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Jamás olvidaré el momento en que volví a mirarme en sus ojos…

Por un instante fue como volver atrás en el tiempo hasta la noche en que la rescaté, y sentí aquella paz emanar de la luz de su mirada, inocente y confundida pero agradecida y limpia…

Sin embargo ella ya no era la misma, su perfume me había hecho ver ya su apariencia…Ella se había convertido en una hermosa mujer y sin embargo, en ese momento su mirada seguía siendo tan inocente y desvalida que me pareció ver en ella lo mismo que vi cuando era una niña. Ella había borrado su recuerdo de la consciencia pero sus ojos me mostraban lo que sentía su alma, algo que ni siquiera su mente procesaba. Entonces se abrazó a mí y al sentir su cuerpo en contacto con el mío, una extraña sensación de bienestar me sacudió por dentro…55 años sin sentir el contacto ni el cariño de otro ser es demasiado tiempo. Demasiado tiempo viviendo en el silencio y la soledad…Ahora parecía como si la puerta que yo mismo había cerrado hacía ya tanto tiempo, deseara abrirse y aquello me bloqueó, me aterrorizó.

Me asustaba lo que ella parecía despertar en mí, tan semejante y tan diferente de lo que sentí cuando era una niña asustada en mis brazos… El pasado volvía a alcanzarme para torturarme, para recordarme lo que era y lo que nunca podría ser…pero entonces ella me rodeó con sus brazos pegando su mejilla a la mía y me envolvió en su perfume, cálido, dulce, suave, sereno, limpio…Sentí su cuerpo temblar contra el mío… en ese momento temblábamos los dos...luego sentí cómo su pulso se calmaba cuando yo comencé a rodearla con mis brazos, aún trémulos por la duda y luego sentí su inspiración profunda en mí pecho. Ella volvió a encontrar su refugio en mí aún si saber ni recordar, igual que aquella noche que percibió mi olor en sueños... Mis brazos terminaron cerrándose en torno a ella movidos por la necesidad de abrazarla y entonces, estando en sus brazos, sintiéndola a ella en los míos, también yo dejé de temblar.

Me dejé caer sobre su hombro, olvidando por un momento lo que yo era, lo que era ella y cerré los ojos mientras su esencia de mujer, sedosa y turbadora, penetraba en mí mezclándose con el perfume de la niña que permanecía grabado en mi corazón no muerto. Me dejé envolver por el calor de su cuerpo abrazado al mío, era una deliciosa sensación que no quería que terminara…

Fue algo extraño pero me sentí de nuevo en casa, me sentí de nuevo vivo… la niña que había en ella despertó una vez mi alma y la mujer que era ahora comenzaba a despertar mi piel, contagiándola de su tibieza sin que aquello manchara ni por un instante la pureza extraña y mágica del momento y a pesar de la eternidad que nos separaba, al tenerla entre mis brazos, sentí por un momento como si ella hubiera nacido para mi. Perdí la noción del tiempo y del espacio y me aferré a ella como a un sueño imposible…

Pero aquello solo era eso, un imposible, porque los monstruos no tienen finales felices...o tal vez sí..

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