Prólogo II. Despertares (II Parte)

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INDICE DE SEGUNDA TEMPORADA VIRTUAL MOONLIGHT

Capítulo anterior...

DESPERTARES I

DESPERTARES II

MICK: A veces, el destino se muestra generoso y te ofrece la posibilidad de vivir experiencias con tal intensidad, que tienes la sensación de haber estado dormido durante todo el tiempo y que empiezas a despertar en ese momento.Pero hay muchas formas de despertar y muchas realidades que descubrir.Lo peor es no saber si cuando creíste despertar, en realidad estabas dormido.

El sol estaba empezando a romper la oscuridad de la noche con su cálido resplandor anaranjado, y los primeros rayos iban avanzando hasta entrar y bañar tímidamente la estancia con su suave luz, anunciando la entrada de un nuevo día. Mientras, en la sala del departamento de Beth, dos amantes se daban el penúltimo beso, alargando desesperadamente una despedida irremediable.

...De repente, un sonido ensordecedor interrumpió aquel dulce silencio, devolviéndoles bruscamente a la realidad. El móvil de Beth sonaba insistentemente, recordándoles que el mundo seguía su ritmo fuera de ellos dos. Finalmente, Beth contestó con fastidio y una voz masculina le habló del otro lado; era la último voz que hubiera querido escuchar en ese momento:

-TALBOT: Beth, siento de veras molestarte tan temprano, pero ha surgido algo importante, y necesito que me eches una mano. Su voz, sonaba apagada, como si estuviera agotado.

-BETH: Oooh! Vaya! No puedes esperar un poco, es que.. ahora mismo estoy ocupada, tengo.. tengo que poner al día algunos asuntos pendientes.

-T: Pues me temo que tendrás que dejar "esos asuntos" para otro momento. Tengo a todo el personal ocupado en otros temas y por eso necesito que vengas a mi oficina lo antes posible.- Eso último sonó en un tono autoritario e hizo que Mick se volviera mirando con gesto serio al celular. Beth también se quedó extrañada por aquel repentino cambio de humor-.

-B: Está bien... dime al menos de qué se trata.

-T: Verás... preferiría explicarte los detalles cuando llegues. Te espero en una hora.

Y la conversación se cortó apresuradamente. Beth miró de reojo a Mick, que la observaba con semblante serio y contrariado. Ese tono había hecho saltar sus alarmas. -¿Pero quién se había creído ese tipo que era para hablarle así a Beth?-. Aunque en el fondo sabía que el motivo era él mismo, era evidente que Talbot había intuído su presencia y eso le había molestado.

-B: Era...ejem...ya sabes...Parece que tiene otro caso entre manos.

Mick suavizó un poco su expresión con una tierna sonrisa, para no incomodar más a la chica.

-Mick: Está bien, no te preocupes. Te ha dicho qe qué se trata?

-B: Oh, no, ya sabes lo desconfiado que es con... los teléfonos, pero parece que es algo urgente.- Mick, conocía el carácter intrépido de Beth, eso era lo que más le gustaba de ella, pero también lo que más le preocupaba Así que no pudo evitar sugerirle:

-M: Tal vez, podría... no sé... ir contigo por si necesitas ayuda.

-B: No, no te preocupes, estaré bien, tú necesitas tomar..."algo"... y descansar. Te prometo que si surge algo te llamaré -y ella le regaló una sonrisa complice que le desarmó por completo-.

-M: Está bien, como quieras... - Dijo resignado, y se giró para recoger el abrigo que descansaba sobre el respaldo del sofá. Sí realmente necesitaba su desayuno. Aquella intensa noche y todo lo ocurrido el día anterior con Enma y Jackson, empezaba a pasarle factura; además la luz del sol, que ya entraba a raudales por la ventana, le recordaba que necesitaba su frío descanso. Sin embargo, no podía olvidar esa sensación incómoda que tenía cada vez que Talbot interfería en su vida. Era evidente que el sentimiento era mutuo. Seguro que Joseph lo habría atribuido a los celos, pero era algo más...Ese hombre despertaba en él un extraño recelo...Después de todo era un vampiro y tenía un radar para detectar la oscuridad del alma, aunque no hacía falta ser un lince ni tampoco un ser sobrenatural para darse cuenta que Talbot ocultaba algo.

Estos pensamientos ensombrecieron de nuevo su rostro y, Beth, que lo observaba atentamente, mientras terminaba de calzarse, se percató enseguida. Así que decidió "jugar" para distraerle.

-B: Umm, te pones tan sexi cuando frunces el ceño - le dijo en un tono tan insinuante que le hizo olvidar lo que pensaba... Luego, acercándose a él para coger su gabardina le susurró: -"te prometo que cuando te despiertes estaré allí, sólo para tí"-. El levantó provocativamente una ceja, mientras se ajustaba los puños del abrigo, y pasándose la mano por el cabello, se acercó a ella con cierto aire de autosuficiencia. Entonces con un movimiento de su brazo, que el ojo humano no hubiera podido detectar, la atrajo hacia él por la cintura y la besó profundamente, dejándola si aliento.

-M: "Eso espero". Le dijo en un fingido tono grave y luego rozándole suavemente los labios, le susurró -"te estaré esperando"-. Ella se quedó inmóvil, con los ojos cerrados y los labios entrebiertos, esperando más... Pero cuando abrió los ojos , él ya había desaparecido. Beth no pudo evitar una mueca de fastidio al descubrir que él ya no estaba -"cómo odio que haga eso"-. Luego miró con nostalgia la cama, perfectamente arreglada, donde una hermosa rosa roja simbolizaba lo antes vivido; y junto a la rosa un mensaje: "Te amo. Ayer, hoy y siempre"

BETH: La vida te enseña que nada es eterno. El destino es caprichoso y a veces cruel. Te hace tocar el cielo con los dedos durante un momento, para después abofetearte la cara con la realidad más insospechada. Y es que vivir y soñar son dos fases de un mismo ciclo, sólo es cuestión de tiempo que tengas que despertar para poder volver a soñar...

Mientras, en la Oficina del Fiscal del Distrito, Talbot marcaba por enésima vez el número de teléfono apuntado en su agenda personal, y de nuevo colgaba sin obtener respuesta. -"¿Dónde estará ese bueno para nada?" ¡Necesito esa información!- bramó mientras revisaba una y otra vez el expediente que tenía en la mesa y un nombre rodeado en rojo al final de una lista daba vueltas en su cabeza: MICK SAINT-JOHN. Estaba agotado, aquella había sido una noche especialmente dura y el día no parecía mejor. Pero aunque hubiera querido ir a dormir, no hubiera podido pegar un ojo.

-"Mick Saint-John"-, se repetía, mientras se pasaba las manos or la cabeza; ese hombre era la conexión, pero ¿cómo demostrarlo? y ¿por qué?... Se preguntaba a sí mismo mientras apuraba la quinta taza de café observando aquellas fotos...

En ese momento, alguien tocó la puerta del despacho, y Talbot, instintivamente, cerró la carpeta que ocultaba su obsesión.

-TALBOT: Sí, adelante.

-AGENTE: Señor, han llamado del Instituto Anatómico Forense, parece ser que uno de los cuerpos encontrados ya ha sido identificado.

-T: Bien, ¿de quién se trata?

-A: Es una mujer, señor, su nombre es...-ojeó un papel que tenía en la mano-... Vincent, Morgan Vincent. En ese momento, Beth acababa de entrar en el despacho.

.....................................................................................................Continuará

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