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NOTA DE LA AUTORA:
CARTAS ARRIBA será un capítulo especial. Esta temporada virtual está basada en una premisa, "todo tiene un porqué y todo está conectado", por lo tanto,CARTAS ARRIBA es el desarrollo de esos porqués y la exposición de las conexiones que nos llevarán al DESENLACE de toda la historia (la batalla final y la última decisión).
Anteriormente...EP.4 "EN TUS SUEÑOS"
EP. 5 "BUSCANDO EN EL PASADO"
BETH (voz en off): “Todo me daba vueltas, pero al mismo tiempo le sentía a él tan cerca, tan mío… que por unos momentos no parecía haberse ido… Aún tenía mi piel impregnada con el aroma tan personal de su piel, y en mis labios todavía conservaba ese sabor tan especial, dulce y amargo, de los suyos…Me hacía tanta falta tenerlo, verlo, sentir sus brazos rodeando mi cuerpo una vez más y escuchar su aterciopelada voz cerca de mi oído, diciéndome “te amo”… haciéndome estremecer con el frío y suave contacto de sus labios acariciando mi cuello… y dejarme perder en la pasión de sus besos tiernos y profundos, que me hacían sentir tan suya y a la vez me dejaban sentirle tan mío… ¡Oh Mick! te amo y te amaré siempre…No pienso resignarme a perderte aunque para ello tenga que perderme entre tu mundo y al mío…
…De repente otra voz tan distinta a la que yo soñaba me sacó por completo de mi sueño…”
…De repente otra voz tan distinta a la que yo soñaba me sacó por completo de mi sueño…”
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- ¡Beth, Beth! ¿Estás ahí? ¡Vamos! Abre la puerta por favor... Soy yo... Ben, Ben Talbot.
Pero para cuando la joven pudo reaccionar y logró levantarse ya era tarde, un ruido sordo hizo que la puerta se abriera bruscamente y en ese momento, Talbot, acompañado de dos hombres armados, irrumpieron en el apartamento.
-Talbot: ¡Gracias a Dios! – exclamó aliviado, el joven fiscal, mientras se dirigía impulsivamente a la hermosa muchacha-. Está bien, solo fue una falsa alarma, todo está bien –dijo por un auricular-.
-Beth: Pero… ¿qué es lo que pasa? ¿a qué viene todo esto? –preguntó la joven, todavía algo confundida por lo intempestivo de la situación.
-T: Bueno, te he estado llamando toda la mañana y me extrañó que no contestaras al teléfono…Verás… habíamos recibido un extraño aviso proveniente de esta zona y… En fin, como últimamente no hay día que no intente matarte alguien…
-B: ¿Matarme?... ¿A mí?¿No te estás poniendo un poco paranoico? Que yo recuerde eso solo ha pasado un par de veces y te aseguro que lo de ahora no tiene nada que ver con un intento de asesinato, al menos no directamente... Es…- la cabeza todavía le daba vueltas, se sentía como embotada y dolorida pero intentó levantarse agarrándose a lo primero que encontró a su lado- es sólo que en estos últimos días me he descuidado un poco, no he estado comiendo bien y además...-carraspeó ligeramente al recordar ciertos momentos que no era conveniente verbalizar delante de su jefe- Bueno...ya sabes, supongo que el agotamiento me venció y debí desmayarme, es simplemente eso - y por fin terminó de incorporarse- Lamento de veras que te hayas tomado tantas molestias para nada. Luego mirando el reloj añadió: -¡Oh Dios mío! No…no creí que hubiera pasado tanto tiempo!!, debí quedarme dormida después.
-T: Realmente te ves muy pálida, deberías ir al médico, será mejor que te acompañe – se apresuró a decir el fiscal al ver el estado tan demacrado de la joven -.
-B: No, no creo que sea necesario de verdad…Te aseguro que ya me encuentro mejor- decía sintiéndose un poco incomoda por la actitud del joven fiscal -.
-T: Insisto. Eres una colaboradora demasiado valiosa como para arriesgarme a perderte, -dijo dedicándole una inusual sonrisa que sorprendió a la joven
-B: ¡Vaya! ¡Cuanta amabilidad! –exclamó ella mientras le devolvía una mueca forzada-. Está bien…dame unos minutos, si no te importa primero tengo que ir a… iré a cambiarme ¿de acuerdo?.
-T: Perfecto, te… esperaré fuera –añadió el joven al percatarse de la tensión generada.
Pero para cuando la joven pudo reaccionar y logró levantarse ya era tarde, un ruido sordo hizo que la puerta se abriera bruscamente y en ese momento, Talbot, acompañado de dos hombres armados, irrumpieron en el apartamento.
-Talbot: ¡Gracias a Dios! – exclamó aliviado, el joven fiscal, mientras se dirigía impulsivamente a la hermosa muchacha-. Está bien, solo fue una falsa alarma, todo está bien –dijo por un auricular-.
-Beth: Pero… ¿qué es lo que pasa? ¿a qué viene todo esto? –preguntó la joven, todavía algo confundida por lo intempestivo de la situación.
-T: Bueno, te he estado llamando toda la mañana y me extrañó que no contestaras al teléfono…Verás… habíamos recibido un extraño aviso proveniente de esta zona y… En fin, como últimamente no hay día que no intente matarte alguien…
-B: ¿Matarme?... ¿A mí?¿No te estás poniendo un poco paranoico? Que yo recuerde eso solo ha pasado un par de veces y te aseguro que lo de ahora no tiene nada que ver con un intento de asesinato, al menos no directamente... Es…- la cabeza todavía le daba vueltas, se sentía como embotada y dolorida pero intentó levantarse agarrándose a lo primero que encontró a su lado- es sólo que en estos últimos días me he descuidado un poco, no he estado comiendo bien y además...-carraspeó ligeramente al recordar ciertos momentos que no era conveniente verbalizar delante de su jefe- Bueno...ya sabes, supongo que el agotamiento me venció y debí desmayarme, es simplemente eso - y por fin terminó de incorporarse- Lamento de veras que te hayas tomado tantas molestias para nada. Luego mirando el reloj añadió: -¡Oh Dios mío! No…no creí que hubiera pasado tanto tiempo!!, debí quedarme dormida después.
-T: Realmente te ves muy pálida, deberías ir al médico, será mejor que te acompañe – se apresuró a decir el fiscal al ver el estado tan demacrado de la joven -.
-B: No, no creo que sea necesario de verdad…Te aseguro que ya me encuentro mejor- decía sintiéndose un poco incomoda por la actitud del joven fiscal -.
-T: Insisto. Eres una colaboradora demasiado valiosa como para arriesgarme a perderte, -dijo dedicándole una inusual sonrisa que sorprendió a la joven
-B: ¡Vaya! ¡Cuanta amabilidad! –exclamó ella mientras le devolvía una mueca forzada-. Está bien…dame unos minutos, si no te importa primero tengo que ir a… iré a cambiarme ¿de acuerdo?.
-T: Perfecto, te… esperaré fuera –añadió el joven al percatarse de la tensión generada.
Mientras se arreglaba contempló la cama desecha y un recuerdo fugaz pasó por su mente, el momento en que Mick la hizo suya por primera vez…Aquella mágica noche en la que ambos se pertenecieron y quedaron unidos para siempre, en cuerpo y alma…En ese momento supo que nunca podría amar a nadie como lo amaba a él y que nadie la amaría con la misma intensidad…El destino había hecho que se enamorara de un vampiro y que él la amara…El suyo era un amor complicado y peligroso como siempre decía él, pero no imposible…Ella conseguiría que fuera posible de una forma u otra…
…Al mirarse en el espejo se dio cuenta de que Talbot tenía razón, realmente su rostro se veía muy pálido, ojeroso y absolutamente demacrado. Todavía se sentía bastante débil e incluso le costaba mantenerse en pie por sí misma, todo parecía darle vueltas a su alrededor y tuvo la necesidad de agarrarse al lavabo unos instantes para no correr el riesgo de volver a desplomarse. Era una extraña sensación de vértigo, similar a la que tuvo aquel día en el desierto cuando Mick bebió su sangre, sólo que ahora no sabía cuál podría ser la causa. Mick había sido muy cuidadoso en sus escasos encuentros sexuales, apenas habían tenido tiempo de disfrutar el uno del otro con todo lo ocurrido y, cuando por fin habían podido hacerlo, él siempre había mantenido a la bestia bajo control cuando le hacía el amor a ella, tanto así que aún en los momentos de pasión descontrolada siempre procuraba tomar de ella lo menos posible para causarle el menor daño. Él siempre cuidaba de ella, él siempre mantenía el control a pesar del deseo, siempre luchaba para no dañarla porque era consciente de su condición de mortal...Pero entonces, ¿qué sería lo que la tenía así?
…Al mirarse en el espejo se dio cuenta de que Talbot tenía razón, realmente su rostro se veía muy pálido, ojeroso y absolutamente demacrado. Todavía se sentía bastante débil e incluso le costaba mantenerse en pie por sí misma, todo parecía darle vueltas a su alrededor y tuvo la necesidad de agarrarse al lavabo unos instantes para no correr el riesgo de volver a desplomarse. Era una extraña sensación de vértigo, similar a la que tuvo aquel día en el desierto cuando Mick bebió su sangre, sólo que ahora no sabía cuál podría ser la causa. Mick había sido muy cuidadoso en sus escasos encuentros sexuales, apenas habían tenido tiempo de disfrutar el uno del otro con todo lo ocurrido y, cuando por fin habían podido hacerlo, él siempre había mantenido a la bestia bajo control cuando le hacía el amor a ella, tanto así que aún en los momentos de pasión descontrolada siempre procuraba tomar de ella lo menos posible para causarle el menor daño. Él siempre cuidaba de ella, él siempre mantenía el control a pesar del deseo, siempre luchaba para no dañarla porque era consciente de su condición de mortal...Pero entonces, ¿qué sería lo que la tenía así?
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Mientras en la vieja casa a las afueras….
Coraline se disponía a aplicar sobre la herida abierta de su brazo el suero preparado por la fiel Cynthia, su única amiga fiel .
-Cinthya: De veras crees que esto merece la pena.
-Coraline: Sí, la merece. Sólo quiero que él esté a salvo y no lo estará mientras siga al lado de ella.
-Ci: ¿A salvo o contigo? De cualquier modo el precio es demasiado alto Coraline. Yo no puedo quedarme mirando mientras te vas apagando poco a poco. ¡Déjame probar! Tal vez aún estemos a tiempo…
-Co: No, ya es demasiado tarde y además prefiero que las cosas sean así– le dijo devolviéndole una mirada de pretendido consuelo-. De todos modos, ya no me importa, seré para él lo que siempre quiso que fuera: UNA MUJER... SU MUJER – decía mientras acariciaba el extraño colgante, que descansaba sobre su pecho.
-Ci: ¿Sí?, ¿hasta cuando, Coraline?. No puedes tenerlo eternamente hipnotizado, tarde o temprano se dará cuenta del engaño, y volverás a perderlo. ¿No te das cuenta que esto no tiene sentido? ¡No te engañes más o todo esto acabará contigo!¡Coraline, por lo que más quieres, olvídate de todo esto y vayámonos de aquí! –suplicaba la otra joven al tiempo que zarandeaba el cuerpo de su amiga con la desesperada intención de hacerla reaccionar. Pero Coraline seguía con su mirada fija en aquel colgante, como si fuera la llave de sus sueños, mientras lo hacía girar, ensimismada, entre sus dedos.
Coraline se disponía a aplicar sobre la herida abierta de su brazo el suero preparado por la fiel Cynthia, su única amiga fiel .
-Cinthya: De veras crees que esto merece la pena.
-Coraline: Sí, la merece. Sólo quiero que él esté a salvo y no lo estará mientras siga al lado de ella.
-Ci: ¿A salvo o contigo? De cualquier modo el precio es demasiado alto Coraline. Yo no puedo quedarme mirando mientras te vas apagando poco a poco. ¡Déjame probar! Tal vez aún estemos a tiempo…
-Co: No, ya es demasiado tarde y además prefiero que las cosas sean así– le dijo devolviéndole una mirada de pretendido consuelo-. De todos modos, ya no me importa, seré para él lo que siempre quiso que fuera: UNA MUJER... SU MUJER – decía mientras acariciaba el extraño colgante, que descansaba sobre su pecho.
-Ci: ¿Sí?, ¿hasta cuando, Coraline?. No puedes tenerlo eternamente hipnotizado, tarde o temprano se dará cuenta del engaño, y volverás a perderlo. ¿No te das cuenta que esto no tiene sentido? ¡No te engañes más o todo esto acabará contigo!¡Coraline, por lo que más quieres, olvídate de todo esto y vayámonos de aquí! –suplicaba la otra joven al tiempo que zarandeaba el cuerpo de su amiga con la desesperada intención de hacerla reaccionar. Pero Coraline seguía con su mirada fija en aquel colgante, como si fuera la llave de sus sueños, mientras lo hacía girar, ensimismada, entre sus dedos.
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…En un restaurante cercano al Ronald Reagan UCLA Medical Center
-T: ¡Qué extraño! ¿Tenías antes problemas de anemia?
-B: Bueno…la verdad es que no lo sé… -dijo mientras bajaba la mirada y removía con una pajita su zumo de naranja-.Ya sabes las mujeres tenemos pérdidas de sangre inevitables… y ya te dije que últimamente no me estaba alimentando bien…
-T: Sí… claro, supongo que tienes razón…-decía al tiempo que un ligero rubor teñía sus mejillas ante la natural repuesta de la muchacha- En fin… ¿te encuentras mejor ahora? –preguntó con un innegable tono de preocupación-.
-B: Sí, claro…-aseveró- me siento como un vampiro recién alimentado - y le sonrió ligeramente-.
Talbot la miró extrañado por la comparación y ella se dio cuenta al momento.
- ¡Oh! …Es una broma… lo digo por lo del filete “casi crudo” que me he tenido que comer para que te quedases tranquilo… Bueno, dejemos de hablar de mí. Cuéntame ¿qué era eso tan importante que tenías que decirme ayer? Cuando me llamaste por la tarde, antes del incendio, parecías muy impaciente, ¿un nuevo caso tal vez? –dijo al tiempo que se disponía a dar otro pequeño sorbo apoyando sus labios sobre la pajita-
-T: No… resultó ser un malentendido, un accidente sin importancia… -dijo él desviando la mirada y luego, cambiando bruscamente de tema, preguntó: - Por cierto, que raro que no nos hayamos encontrado ya con Saint John, parece vigilarte “muy de cerca” siempre, y hoy ni siquiera te ha llamado por teléfono.
-B: ¿En serio?- contestó ella instintivamente para colocar una barrera en lo que era su mundo más íntimo, todo lo referente a Mick solo era asunto de ella y de nadie más- Bueno…el es un detective privado ¿recuerdas? y tiene casos pendientes que resolver… - dijo bajando la mirada y eludiendo el tema mientras él hacía un gesto de evidente desagrado- Por cierto... ¿Puedo hacerte una pregunta directa?- aventuró mientras jugueteaba con la pajita-.
-T: Sí… claro… dispara –respondió al tiempo que terminaba de saborear el postre
-B: ¿Qué tienes en contra de Mick? – el la miró un tanto sorprendido, intentado negar lo evidente - ¡Vamos! Hasta un ciego se daría cuenta de que no le soportas.
-T: Bueno…- aventuró mientras dejaba con desgana a un lado del plato la cucharilla del postre- digamos que creo que no es lo que aparenta ser –añadió mirando fijamente los hermosos ojos azules de la joven -.
-B: ¿Y qué se supone que es lo que aparenta ser? –preguntó ella de nuevo devolviéndole la mirada-.
-T: No sé… ¿Un buen tipo quizá?
-B: Es una buena persona – afirmó rotunda como si se sintiera ofendida-. No sé por qué lo dudas siquiera
-T: ¿Tú crees? Yo creo que ese tipo tiene muchas cosas que ocultar… Cuando llegué a ocupar el cargo de Fiscal, me informé de los casos anteriores, y curiosamente en la mayoría en la que había intervenido Saint John nunca se encontró al culpable y las pruebas acabaron desapareciendo misteriosamente. Como por ejemplo el caso de la droga esa… Cristal negro, creo que la llamaban, el caso es que la responsable, una tal “Lola”, nunca apareció, ni viva ni muerta y todas las pruebas, incluyendo el laboratorio donde se fabricaba la droga en cuestión, acabaron envueltos en llamas, un “oportuno escape de gas” si no recuerdo mal fue la causa en aquella ocasión.
Eso por no hablar del caso Tejada, el mafioso que tuvo que ver en la muerte del anterior fiscal, que por cierto era tu novio ¿No?
-B: ¿Josh? Sí…él...él era mi novio - y ella volvió a bajar la mirada unos segundos al recordar lo que fue su pasado-. Pero… ¿Qué pasó con Tejada? –preguntó después extrañada- según tengo entendido hubo una pelea de bandas y él acabó siendo víctima de su propia medicina.
-T: De veras? Pues mis noticias son bastante distintas, puede que hubiera un ajuste de cuentas, pero no de la clase que crees.
-B: ¿Qué quieres decir?
-T: ¿Sabías que Saint John se encargó del interrogatorio de Bustos, uno de los matones de Tejada que secuestraron a Lindsey? Según me contaron el tipo estaba aterrorizado cuando Saint John salió de la sala de interrogatorios, parecía fuera de sí y sólo gritaba incoherencias, algo así como “El diablo, el diablo, ayúdenme, es el diablo” y cosas así. Tu amigo le dio una dirección a la policía, que resultó no ser cierta. Cuando por fin se dio con su escondite, el local estaba totalmente destrozado, había sangre por todas partes, pero ni rastro de Tejada. El único testigo que la policía pudo encontrar en medio de aquel desastre, solo acertó a decir que el diablo le había venido a buscar y se lo había llevado al infierno…Esas fueron sus últimas palabras antes de entrar en estado catatónico. Desde entonces está encerrado en un centro para enfermos mentales y no ha vuelto a articular palabra alguna.
-T: ¡Qué extraño! ¿Tenías antes problemas de anemia?
-B: Bueno…la verdad es que no lo sé… -dijo mientras bajaba la mirada y removía con una pajita su zumo de naranja-.Ya sabes las mujeres tenemos pérdidas de sangre inevitables… y ya te dije que últimamente no me estaba alimentando bien…
-T: Sí… claro, supongo que tienes razón…-decía al tiempo que un ligero rubor teñía sus mejillas ante la natural repuesta de la muchacha- En fin… ¿te encuentras mejor ahora? –preguntó con un innegable tono de preocupación-.
-B: Sí, claro…-aseveró- me siento como un vampiro recién alimentado - y le sonrió ligeramente-.
Talbot la miró extrañado por la comparación y ella se dio cuenta al momento.
- ¡Oh! …Es una broma… lo digo por lo del filete “casi crudo” que me he tenido que comer para que te quedases tranquilo… Bueno, dejemos de hablar de mí. Cuéntame ¿qué era eso tan importante que tenías que decirme ayer? Cuando me llamaste por la tarde, antes del incendio, parecías muy impaciente, ¿un nuevo caso tal vez? –dijo al tiempo que se disponía a dar otro pequeño sorbo apoyando sus labios sobre la pajita-
-T: No… resultó ser un malentendido, un accidente sin importancia… -dijo él desviando la mirada y luego, cambiando bruscamente de tema, preguntó: - Por cierto, que raro que no nos hayamos encontrado ya con Saint John, parece vigilarte “muy de cerca” siempre, y hoy ni siquiera te ha llamado por teléfono.
-B: ¿En serio?- contestó ella instintivamente para colocar una barrera en lo que era su mundo más íntimo, todo lo referente a Mick solo era asunto de ella y de nadie más- Bueno…el es un detective privado ¿recuerdas? y tiene casos pendientes que resolver… - dijo bajando la mirada y eludiendo el tema mientras él hacía un gesto de evidente desagrado- Por cierto... ¿Puedo hacerte una pregunta directa?- aventuró mientras jugueteaba con la pajita-.
-T: Sí… claro… dispara –respondió al tiempo que terminaba de saborear el postre
-B: ¿Qué tienes en contra de Mick? – el la miró un tanto sorprendido, intentado negar lo evidente - ¡Vamos! Hasta un ciego se daría cuenta de que no le soportas.
-T: Bueno…- aventuró mientras dejaba con desgana a un lado del plato la cucharilla del postre- digamos que creo que no es lo que aparenta ser –añadió mirando fijamente los hermosos ojos azules de la joven -.
-B: ¿Y qué se supone que es lo que aparenta ser? –preguntó ella de nuevo devolviéndole la mirada-.
-T: No sé… ¿Un buen tipo quizá?
-B: Es una buena persona – afirmó rotunda como si se sintiera ofendida-. No sé por qué lo dudas siquiera
-T: ¿Tú crees? Yo creo que ese tipo tiene muchas cosas que ocultar… Cuando llegué a ocupar el cargo de Fiscal, me informé de los casos anteriores, y curiosamente en la mayoría en la que había intervenido Saint John nunca se encontró al culpable y las pruebas acabaron desapareciendo misteriosamente. Como por ejemplo el caso de la droga esa… Cristal negro, creo que la llamaban, el caso es que la responsable, una tal “Lola”, nunca apareció, ni viva ni muerta y todas las pruebas, incluyendo el laboratorio donde se fabricaba la droga en cuestión, acabaron envueltos en llamas, un “oportuno escape de gas” si no recuerdo mal fue la causa en aquella ocasión.
Eso por no hablar del caso Tejada, el mafioso que tuvo que ver en la muerte del anterior fiscal, que por cierto era tu novio ¿No?
-B: ¿Josh? Sí…él...él era mi novio - y ella volvió a bajar la mirada unos segundos al recordar lo que fue su pasado-. Pero… ¿Qué pasó con Tejada? –preguntó después extrañada- según tengo entendido hubo una pelea de bandas y él acabó siendo víctima de su propia medicina.
-T: De veras? Pues mis noticias son bastante distintas, puede que hubiera un ajuste de cuentas, pero no de la clase que crees.
-B: ¿Qué quieres decir?
-T: ¿Sabías que Saint John se encargó del interrogatorio de Bustos, uno de los matones de Tejada que secuestraron a Lindsey? Según me contaron el tipo estaba aterrorizado cuando Saint John salió de la sala de interrogatorios, parecía fuera de sí y sólo gritaba incoherencias, algo así como “El diablo, el diablo, ayúdenme, es el diablo” y cosas así. Tu amigo le dio una dirección a la policía, que resultó no ser cierta. Cuando por fin se dio con su escondite, el local estaba totalmente destrozado, había sangre por todas partes, pero ni rastro de Tejada. El único testigo que la policía pudo encontrar en medio de aquel desastre, solo acertó a decir que el diablo le había venido a buscar y se lo había llevado al infierno…Esas fueron sus últimas palabras antes de entrar en estado catatónico. Desde entonces está encerrado en un centro para enfermos mentales y no ha vuelto a articular palabra alguna.
Beth lo miró absolutamente perpleja mientras el trozo de helado que acaba de tomar se deshacía en su boca.
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...Mientras…
Coraline se acercó lentamente al lecho helado donde descansaba Mick. En sus manos llevaba oculto un pequeño secreto.
-Coraline: Lo siento amor mío, tal vez no lo entiendas ahora, pero es mejor así,- decía mientras se disponía a inyectarle una extraña sustancia rojiza con un destello plateado.
Sin embargo, cuando el líquido estaba a punto de penetrar en las venas del joven, que yacía dormido, ella sintió como una repentina fuerza le sujetaba el brazo, impidiéndole seguir...
-Mick: No, gracias, creo que ya he dormido suficiente – musitó con voz profunda.
-C: ¡Mick! –Coraline miraba sorprendida el rostro del vampiro que la miraba con ojos de hielo.
-M: Siento acabar con tu jueguecito, pero creo que ya te has divertido bastante –le dijo fríamente mientras le arrebataba la jeringuilla de la mano y se observaba el contenido de la misma-.
-C: ¡No! No es lo que crees…-decía ella mientras pugnaba por recuperar aquello que él le había arrebatado-. ¡Tú no lo entiendes…!
-M: Sí, créeme que lo entiendo. Eres tú la que parece tener problemas para entender que yo ya no soy tu juguete –exclamó mientras exhibía el inyectable ante los ojos de la mujer- ¡Se acabó Coraline! –gritó arronjándolo con todas sus fuerzas, al tiempo que la jeringa de cristal estallaba haciéndose añicos y esparciendo su brillante contenido, que acabó salpicando la pared y el suelo-.
-C: ¿Qué vas a hacer?
-M: Tú que crees, dijo mientras terminaba de abotonarse la camisa. Me largo de este infierno. ¡Diviértete todo lo que quieras! –dijo echando una mirada a su alrededor-, pero a mí déjame tranquilo.
-C: ¡No!, ¡no puedes irte!, - exclamó ella poniéndose frente a él.
-M: ¿Ah no? ¿Y cómo me lo vas a impedir? ¡Cuéntame! ¿Qué truco vas a utilizar esta vez? ¡Vamos dime! - ahora estaba realmente furioso- ¿Vas a volver a mandar a tus sicarios para que me disparen otro dardo envenenado? ¿Es eso? O quizás vas a utilizar otra de esas extrañas pociones para que caiga de nuevo a tus pies - le preguntó luego con tono sarcástico mientras hacía un gesto de reverencia con la mano -.
-C: ¿Cómo te atreves? – le recriminó ella mientras le levantaba con rabia la mano. Pero él fue más rápido y consiguió sujetársela antes de que descargara sobre él, al tiempo que la imponente proximidad de su cuerpo la obligaba a retroceder hasta la pared. Una vez allí, la acorraló con uno de sus fuertes brazos colocando la otra mano sobre su cuello para evitar que se moviera. Pero ella, lejos de mostrarse asustada o rendida ante su fuerza, lo miró altiva.
-M: Debería matarte aquí mismo… -le decía con voz profunda, mirándola con sus ojos de vampiro, pero ella se mantenía erguida y desafiante. Luego bajando una sensual mirada hacia la boca de él, aspiró su olor y acercó provocativamente sus labios a los del joven vampiro-.
-C: Hazlo si quieres, porque no pienso dejar que te vayas mientras tenga vida- decía mientras hacía girar con sus dedos el extraño colgante que llevaba al cuello-.
Entonces, en aquella proximidad, Mick sintió en ella un aroma distinto, un aroma familiar, diferente al olor que desprende un vampiro…”¡Algo que por un momento hizo que se sintiera confundido…No podía ser, aquel olor era el olor de... -“Beth”-… Coraline era consciente de la confusión que le estaba ocasionando y sonreía al comprobar que lograba su cometido.
-M: ¿Por qué haces esto? – preguntaba con tono más suave mientras sus labios estaban a escasos centímetros. Aquel olor que salía del colgante le atrapaba, le obligaba a quedarse allí como si su portadora fuera otra, como si de repente se hubiera convertido en aquella a la que realmente amaba.
-C: Porque te amo…Mick… y quiero protegerte –contestó ella insinuante, dejándole sentir su aliento, que ahora era cálido y que le acariciaba tibiamente el rostro-.
-M: ¿Protegerme? ¿De qué? –decía él mientras seguía mirándola fijamente totalmente confundido.
-C: De ti mismo.
Coraline se acercó lentamente al lecho helado donde descansaba Mick. En sus manos llevaba oculto un pequeño secreto.
-Coraline: Lo siento amor mío, tal vez no lo entiendas ahora, pero es mejor así,- decía mientras se disponía a inyectarle una extraña sustancia rojiza con un destello plateado.
Sin embargo, cuando el líquido estaba a punto de penetrar en las venas del joven, que yacía dormido, ella sintió como una repentina fuerza le sujetaba el brazo, impidiéndole seguir...
-Mick: No, gracias, creo que ya he dormido suficiente – musitó con voz profunda.
-C: ¡Mick! –Coraline miraba sorprendida el rostro del vampiro que la miraba con ojos de hielo.
-M: Siento acabar con tu jueguecito, pero creo que ya te has divertido bastante –le dijo fríamente mientras le arrebataba la jeringuilla de la mano y se observaba el contenido de la misma-.
-C: ¡No! No es lo que crees…-decía ella mientras pugnaba por recuperar aquello que él le había arrebatado-. ¡Tú no lo entiendes…!
-M: Sí, créeme que lo entiendo. Eres tú la que parece tener problemas para entender que yo ya no soy tu juguete –exclamó mientras exhibía el inyectable ante los ojos de la mujer- ¡Se acabó Coraline! –gritó arronjándolo con todas sus fuerzas, al tiempo que la jeringa de cristal estallaba haciéndose añicos y esparciendo su brillante contenido, que acabó salpicando la pared y el suelo-.
-C: ¿Qué vas a hacer?
-M: Tú que crees, dijo mientras terminaba de abotonarse la camisa. Me largo de este infierno. ¡Diviértete todo lo que quieras! –dijo echando una mirada a su alrededor-, pero a mí déjame tranquilo.
-C: ¡No!, ¡no puedes irte!, - exclamó ella poniéndose frente a él.
-M: ¿Ah no? ¿Y cómo me lo vas a impedir? ¡Cuéntame! ¿Qué truco vas a utilizar esta vez? ¡Vamos dime! - ahora estaba realmente furioso- ¿Vas a volver a mandar a tus sicarios para que me disparen otro dardo envenenado? ¿Es eso? O quizás vas a utilizar otra de esas extrañas pociones para que caiga de nuevo a tus pies - le preguntó luego con tono sarcástico mientras hacía un gesto de reverencia con la mano -.
-C: ¿Cómo te atreves? – le recriminó ella mientras le levantaba con rabia la mano. Pero él fue más rápido y consiguió sujetársela antes de que descargara sobre él, al tiempo que la imponente proximidad de su cuerpo la obligaba a retroceder hasta la pared. Una vez allí, la acorraló con uno de sus fuertes brazos colocando la otra mano sobre su cuello para evitar que se moviera. Pero ella, lejos de mostrarse asustada o rendida ante su fuerza, lo miró altiva.
-M: Debería matarte aquí mismo… -le decía con voz profunda, mirándola con sus ojos de vampiro, pero ella se mantenía erguida y desafiante. Luego bajando una sensual mirada hacia la boca de él, aspiró su olor y acercó provocativamente sus labios a los del joven vampiro-.
-C: Hazlo si quieres, porque no pienso dejar que te vayas mientras tenga vida- decía mientras hacía girar con sus dedos el extraño colgante que llevaba al cuello-.
Entonces, en aquella proximidad, Mick sintió en ella un aroma distinto, un aroma familiar, diferente al olor que desprende un vampiro…”¡Algo que por un momento hizo que se sintiera confundido…No podía ser, aquel olor era el olor de... -“Beth”-… Coraline era consciente de la confusión que le estaba ocasionando y sonreía al comprobar que lograba su cometido.
-M: ¿Por qué haces esto? – preguntaba con tono más suave mientras sus labios estaban a escasos centímetros. Aquel olor que salía del colgante le atrapaba, le obligaba a quedarse allí como si su portadora fuera otra, como si de repente se hubiera convertido en aquella a la que realmente amaba.
-C: Porque te amo…Mick… y quiero protegerte –contestó ella insinuante, dejándole sentir su aliento, que ahora era cálido y que le acariciaba tibiamente el rostro-.
-M: ¿Protegerme? ¿De qué? –decía él mientras seguía mirándola fijamente totalmente confundido.
-C: De ti mismo.
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…En el restaurante…
-B: ¿El diablo?… ¿No me digas que tú crees en esos cuentos de brujas? Francamente creía que tu inteligencia estaba por encima de esas estúpidas supersticiones, Ben. Tejada tenía muchos enemigos, el local estaba totalmente destrozado, está claro que fue un ajuste entre mafias. La verdad, no veo qué tiene que ver Mick con todo eso.
-T: No la verdad es que no creo mucho en cuentos de brujas, pero algunos testigos que deambulaban por la zona, justo antes de que "ese diablo" se llevara a Tejada al infierno, creyeron ver por allí a alguien cuya descripción se parecía mucho a la de tu amigo.
-B: ¿El diablo?… ¿No me digas que tú crees en esos cuentos de brujas? Francamente creía que tu inteligencia estaba por encima de esas estúpidas supersticiones, Ben. Tejada tenía muchos enemigos, el local estaba totalmente destrozado, está claro que fue un ajuste entre mafias. La verdad, no veo qué tiene que ver Mick con todo eso.
-T: No la verdad es que no creo mucho en cuentos de brujas, pero algunos testigos que deambulaban por la zona, justo antes de que "ese diablo" se llevara a Tejada al infierno, creyeron ver por allí a alguien cuya descripción se parecía mucho a la de tu amigo.
-B: ¿Pretendes decirme que Mick tuvo tiempo de ir a la otra punta de la ciudad, destrozar él solo el local, matar a Tejada y hacerlo desaparecer y que ninguno de los matones de ese tipo pudo impedírselo?? ¡Oh vamos Ben, por el amor de Dios! Eso no son más que absurdas conjeturas y lo sabes. Creí que tú sólo te basabas en pruebas fehacientes y no en vanas suposiciones o declaraciones hechas por colgados y maleantes. Mick ha metido en la cárcel a muchos delincuentes, no es de extrañar que algunos intenten vengarse tratando de involucrarle en algo que, conociéndole, es imposible… Ya le ocurrió una vez con LG, ese tipo se disfrazó de víctima involucrando en sus mentiras a una prestigiosa periodista amiga mía, intentó inculpar a Mick y finalmente se descubrió que no era más que un psicópata retorcido.
-T: Sí, un psicópata al que tú misma mataste para salvarle la vida a Saint John…Dime una cosa –dijo acercando su rostro al de ella- ¿Por qué lo defiendes tanto?
-B: Mick me ha salvado la vida demasiadas veces, más de las pueda contar. He visto como le salvaba la vida a otras muchas personas, poniendo en peligro la suya propia. Incluso te salvó la vida a ti ¿o acaso ya se te ha olvidado? Tú mismo fuíste testigo de cómo le salvó la vida a la hija de Kent Morrow cuando intentó suicidarse…En fin me basta con conocerle como le conozco para creer en él.
-T: No Beth, en eso te equivocas. Tú crees conocerle, pero dime ¿qué sabes de su pasado, de su familia, de la gente con la que se crió?, ¿en qué colegio estudió?…Si siempre ha vivido en Los Ángeles ¿cómo es que no hay nada sobre él o su pasado en ninguna parte? Ese tipo se ha tomado demasiadas molestias en borrar cualquier pista sobre su vida, demasiadas ¿No te parece extraño?
-B: No, no me lo parece. Es un investigador privado ¿recuerdas? No creo que sea conveniente que sus datos personales estén a disposición de todo el mundo y en cualquier caso Ben, todos tenemos secretos de los que no nos gusta hablar porque hasta su recuerdo nos hace daño, - Talbot bajó la mirada un instante como si no pudiera seguir mirándola a los ojos- pero eso no nos convierte en malas personas - prosiguió ella- ni mucho menos en asesinos…La privacidad es algo que deberías aprender a respetar Ben.
Y…- en ese momento decidió dar un giro a la conversación- hablando del pasado…- dijo en un tono más desenfadado, mirando de reojo a su interlocutor mientras tomaba una cucharada de su helado favorito- he de confesarte que me encuentro en cierta desventaja contigo.
-T: De veras y… ¿Por qué? si puede saberse –dijo el joven fiscal mientras desfruncía el ceño y le dedicaba una mirada con aire de complacencia.
-B: Bueno, conociéndote, supongo que también habrás investigado hasta el más mínimo detalle de mi vida y en este momento ya no debo tener secretos para ti.
-T: Lo cierto es que me gusta conocer a la gente que trabaja conmigo, no quiero llevarme sorpresas desagradables. Ya sabes, mi trabajo consiste en saber.
-B: Ya… Y dime ¿que es lo que sabes de mí si puede saberse?
-T: Bueno –dijo mientras se colocaba su corbata minuciosamente- sé que tuviste que pasar por duras experiencias cuando apenas eras una niña… Primero la inevitable muerte de tu padre, y luego lo del secuestro... Supongo que eso marca a cualquiera.
Por un momento, una nube de tristeza ensombreció el rostro de la joven. Aquellos recuerdos estaban ahora más presentes en su alma de lo que habían estado nunca antes. Pero no podía dejar que la tristeza y la nostalgia la ahogaran, ella tenía que seguir adelante, tenía que descubrir la verdad. Sin embargo parecía que había pasado casi una eternidad de aquello, el recuerdo de su padre enfermo había permanecido oculto en su mente durante tanto tiempo…El enfermó cuando apenas tenía tres años, poco a poco se fue debilitando hasta no ser más que una sombra. A veces llegó a odiarle por no estar allí, por no poder impedir que esa mujer la secuestrara, por permitir que el miedo y la inseguridad rondaran su alma, por dejarla tan sola…Pero luego apareció Mick, su héroe, su caballero andante, su salvador…La figura que sustituyó primero a aquella otra que había perdido, el ángel que cuidó de ella durante años, oculto en las sombras del anonimato, igual que los verdaderos héroes de cuento…para después aparecer de nuevo y convertirse en su príncipe azul, en el hombre que siempre había soñado, en el único y verdadero amor...Pero, ahora él también se había ido, era como si el destino se hubiera empeñado en dejarla siempre sola, en arrebatarla todo aquello que amaba…Una inevitable sensación de temor la invadió. Cuando perdió a su padre pasó aquello tan horrible que la marcó…Y, aún a riesgo de parecer supersticiosa, no podía dejar de pensar si el hecho de que desapareciera Mick, también sería un presagio de que el peligro le acechaba de nuevo para sorprenderla sola una vez más…Finalmente salió de su breve ensimismamiento y contestó:
-B: Si… Supongo que la vida a veces te enseña a madurar antes de lo previsto y elige curiosas formas de hacerlo- Entonces se produjo un breve silencio y después mirándole a los ojos prosiguió- Precisamente a eso me refiero, yo en cambio no sé prácticamente nada de ti, eso podría convertirte en un “sospechoso” ¿No? – Beth forzó una sonrisa cómplice para ganarse la confianza de su interlocutor-.
-T: No puedo creer que no hayas tenido curiosidad de investigarme en Google… De todos modos, yo no tengo nada que ocultar. ¿Dime?, ¿qué quieres saber?
-B: Bueno reconozco que sí he investigado cuál ha sido tu formación y tu trayectoria profesional, a mi tampoco me gusta trabajar para desconocidos… Pero… estaba pensando en algo más personal… ¿Sabes?, acabo de darme cuenta que tampoco sé nada sobre tus orígenes, tú familia… no sé… ¿Tienes hermanos?
De repente, el rostro del joven fiscal también se ensombreció
-T: Sí… tuve una hermana…Anne, pero… desapareció hace muchos años…
-B: ¡Vaya! Lo siento mucho, no debí…
-T: No, no pasa nada, tú no tienes la culpa, es solo que… Bueno es algo que no me gusta recordar, eso es todo – repuso fríamente, aunque había un poso de tristeza en el tono de sus palabras, algo que no pasó desapercibido para la joven.
-B: ¿Te das cuenta? A eso me refería antes cuando…
Pero al mirar el rostro del fiscal se dio cuenta de que él no la estaba escuchando, se le veía ausente, había algo extraño en su mirada, más que dolor era de culpa... En ese momento sonó un teléfono. Talbot lo tomó enseguida, y cuando miró la pantalla le cambió totalmente la expresión. De repente se mostró nervioso, inquieto…
-T: Sí… supongo que todos hemos sufrido pérdidas dolorosas… En fin, me temo que se me ha hecho bastante tarde, -dijo levantándose bruscamente- creo que deberías tomarte la tarde libre y… descansar. Necesitas recuperarte…Te, te acercaré a tu casa –dijo con cierto apresuramiento-.
-B: Oh no, no es necesario, aún tengo algunas cosas que hacer…¿Ocurre algo…? Preguntó extrañada al ver la reacción del joven.
-T: No, no es nada…Tengo que irme es… algo urgente… Nos veremos mañana en la oficina.
Beth lo siguió con la vista al alejarse, “¿qué sería eso que le había puesto tan nervioso? ¿Acaso tendría que ver con la foto de la niña que encontró en su oficina? Ciertamente Talbot se había convertido en todo un misterio y eso despertó su curiosidad, así que decidió pasarse a ver a su amiga Sam para ver qué podía averiguar sobre su pasado.
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… En la otra punta de la ciudad… Coraline intentaba explicarle a Mick sus razones para retenerlo.
MICK: cuando se tiene una ex mujer como la mía, resulta muy difícil dejar atrás el pasado, ella se encarga siempre de hacerlo regresar…Sólo que esta vez todo parecía distinto, o tal vez era yo quien era distinto…Coraline era una vampira veterana, hermosa y cautivadora. Ella pertenecía a una selecta estirpe, una estirpe que manejaba conocimientos y poderes impensables para otros vampiros, pero aún así, a pesar de la tentación, a pesar de todo engaño, ya nada era como antes entre ella y yo, ya no podría serlo jamás...
Ella iba a besarle pero bastó con que rozara sus labios para que él se diera cuenta de que ella no era la mujer que había creído ver...No, ella no era Beth y no lo sería ni con todos los trucos del mundo. Entonces, instintivamente la tomó por los brazos y la apartó de él.
MICK: cuando se tiene una ex mujer como la mía, resulta muy difícil dejar atrás el pasado, ella se encarga siempre de hacerlo regresar…Sólo que esta vez todo parecía distinto, o tal vez era yo quien era distinto…Coraline era una vampira veterana, hermosa y cautivadora. Ella pertenecía a una selecta estirpe, una estirpe que manejaba conocimientos y poderes impensables para otros vampiros, pero aún así, a pesar de la tentación, a pesar de todo engaño, ya nada era como antes entre ella y yo, ya no podría serlo jamás...
Ella iba a besarle pero bastó con que rozara sus labios para que él se diera cuenta de que ella no era la mujer que había creído ver...No, ella no era Beth y no lo sería ni con todos los trucos del mundo. Entonces, instintivamente la tomó por los brazos y la apartó de él.
-C: ¡¡El amor que sientes por ella acabará por destruirte a ti y a todos nosotros!! -gritó ella-
-M: Eso es ridículo – dijo dándole la espalda.
-C: ¡Mick! – lo llamó suplicante aferrándose a su espalda – Aléjate de ella, regresa a mí y te prometo que todo será diferente entre nosotros.
Su voz sonaba tan sensual como en otros tiempos, pero esta vez todo era distinto para él, en su mente y en su corazón ya no había cabida para Coraline ni para sus juegos.
-M: ¡No! No puedo Coraline, no puedo y no quiero… ¡Ya no! – decía mientras a su mente venían sus últimos recuerdos con Beth, y cerró los ojos como si todavía pudiera sentir el cálido y suave contacto de su piel.
Entonces se volvió frente a su ex mujer y tomándola por los brazos le exigió: -¡Se acabó Coraline! Tienes que dejarme ir igual que hice yo contigo.
-C: Esta bien, si no lo haces por mí, entonces hazlo por ella –el tono de Coraline era una mezcla de ira y desesperación-.
Al oír eso la expresión del joven cambió por completo, se volvió fiera, amenazante, dura…
MICK: una ira inusual se despertó en mí, y sentí cómo el vampiro salía al exterior, dispuesto a luchar. Por primera vez la miré a los ojos y sentí una mezcla de odio y desprecio por ella. Jamás permitiría que le hiciera daño a Beth… ¡Jamás!
-M: No, Coraline. No te acerques a ella, no te atrevas a hacerle daño porque ya sabes de lo que soy capaz por ella y créeme, esta vez me aseguraré de no dejarte con vida, -le advirtió con una terrible mirada -.
-Josef: Ejem, ejem… ¿Recordando viejos tiempos tal vez?, o simplemente estáis discutiendo distintos puntos de vista…
-M: Joseph, esto no es asunto tuyo –dijo Mick con voz ronca, sin apartar los ojos de Coraline.
-J: Me temo que sí lo es hermano, -aseveró con tono sereno, mientras ponía una mano sobre el hombro de su amigo para intentar calmarlo-. Odio tener que decir esto, pero Coraline tiene razón… Mick, si no te alejas de Beth acabaremos todos muertos, incluyéndola a ella…-Mick se volvió hacia su amigo con una mezcla de ira y desconfianza-.Vamos Mick, ya te “divertirás” luego… -dijo con un tono irónico mientras miraba a Coraline como si fuera una niña traviesa- ahora tengo muchas cosas que contarte…
MICK: casi siempre, lo que uno sueña, ama o desea carece de importancia para el resto del mundo, pero a veces lo que uno ama, sueña o desea se convierte, por la magia del destino, en lo único que importa …
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BETH: es inútil cerrar los ojos al dolor intentando huir del pasado. En ningún rincón del olvido estarás a salvo, porque al final, su sombra acabará por alcanzarte y la verdad saldrá a la luz, lo quieras o no…
Al entrar en la oficina de Buzzwire la nostalgia se apoderó de ella, era inevitable el recuerdo de Maureen y de aquellos tiempos en los que Buzzwire fue para ella un sueño hecho realidad. Cuántos cambios habían tenido lugar en su vida desde que conociera a Mick,y cuántos cambios le quedarían por hacer todavía para poder ser feliz junto a él…
Era la hora del almuerzo, y la oficina estaba prácticamente desierta, su amiga se había asegurado de que ningún curioso rezagado escuchara nada indebido. Desde que Buzzwire cambiara de director, ya nadie era de fiar. Lewis era un tipo sin escrúpulos ni principios, lo único que le importaba eran el número de visitas, las cifras millonarias y el poder de los patrocinadores, pero de la palabra ética profesional ni siquiera había oído hablar. “No importa lo que puedas demostrar si no lo que puedas vender” esa era su frase favorita….imbécil.
Al fondo de la oficina, agazapada en su mesa, estaba su amiga Sam, navegando por el mar de la información virtual en busca de los datos que ella le había solicitado.
-B: Hey! ¿Cómo va? ¿Has encontrado algo interesante?
-S: Algo sí he encontrado – respondió su amiga que tecleaba sin cesar mientras observaba con avidez la pantalla de su ordenador – pero no sé si te será útil para lo que buscas. Es cierto que tu jefe tuvo una hermana, pero no está desaparecida como dices, está muerta. Murió a los cuatro años tras sufrir un secuestro y pocos días después apareció su pequeño cuerpo destrozado a las afueras de la ciudad. Del supuesto secuestrador y asesino nunca se supo nada, parece ser que no se encontraron pruebas y el caso fue archivado.
-B: ¿Secuestrada? ¿Cuánto tiempo hace de ese secuestro?
-S: Septiembre de 1985 -leyó la joven- Hace veintitrés años.
En ese momento sintió como si se le helara la sangre, tal vez ese hubiera sido su destino de no haber aparecido Mick… ¿Tendría Coraline algo que ver con la muerte de aquella niña? Y… Si la niña estaba muerta por qué le enviarían a Talbot esa foto con aquel mensaje “ayúdenos y le ayudaremos”… ¿Ayudarle a qué? ¿A cambio de qué?
Al entrar en la oficina de Buzzwire la nostalgia se apoderó de ella, era inevitable el recuerdo de Maureen y de aquellos tiempos en los que Buzzwire fue para ella un sueño hecho realidad. Cuántos cambios habían tenido lugar en su vida desde que conociera a Mick,y cuántos cambios le quedarían por hacer todavía para poder ser feliz junto a él…
Era la hora del almuerzo, y la oficina estaba prácticamente desierta, su amiga se había asegurado de que ningún curioso rezagado escuchara nada indebido. Desde que Buzzwire cambiara de director, ya nadie era de fiar. Lewis era un tipo sin escrúpulos ni principios, lo único que le importaba eran el número de visitas, las cifras millonarias y el poder de los patrocinadores, pero de la palabra ética profesional ni siquiera había oído hablar. “No importa lo que puedas demostrar si no lo que puedas vender” esa era su frase favorita….imbécil.
Al fondo de la oficina, agazapada en su mesa, estaba su amiga Sam, navegando por el mar de la información virtual en busca de los datos que ella le había solicitado.
-B: Hey! ¿Cómo va? ¿Has encontrado algo interesante?
-S: Algo sí he encontrado – respondió su amiga que tecleaba sin cesar mientras observaba con avidez la pantalla de su ordenador – pero no sé si te será útil para lo que buscas. Es cierto que tu jefe tuvo una hermana, pero no está desaparecida como dices, está muerta. Murió a los cuatro años tras sufrir un secuestro y pocos días después apareció su pequeño cuerpo destrozado a las afueras de la ciudad. Del supuesto secuestrador y asesino nunca se supo nada, parece ser que no se encontraron pruebas y el caso fue archivado.
-B: ¿Secuestrada? ¿Cuánto tiempo hace de ese secuestro?
-S: Septiembre de 1985 -leyó la joven- Hace veintitrés años.
En ese momento sintió como si se le helara la sangre, tal vez ese hubiera sido su destino de no haber aparecido Mick… ¿Tendría Coraline algo que ver con la muerte de aquella niña? Y… Si la niña estaba muerta por qué le enviarían a Talbot esa foto con aquel mensaje “ayúdenos y le ayudaremos”… ¿Ayudarle a qué? ¿A cambio de qué?
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…Lejos de allí…
Una joven de piel blanca, casi nívea, descansaba sumida en un profundo sueño… A su lado una sombra oscura velaba su sueños, mientras pasaba suavemente una mano enguantada sobre el rostro delicado de la hermosa joven… Entonces, la joven abrió lentamente los ojos, unos hermosos ojos con una mirada de un azul profundo…
Una joven de piel blanca, casi nívea, descansaba sumida en un profundo sueño… A su lado una sombra oscura velaba su sueños, mientras pasaba suavemente una mano enguantada sobre el rostro delicado de la hermosa joven… Entonces, la joven abrió lentamente los ojos, unos hermosos ojos con una mirada de un azul profundo…
.....................................................................................................Continuará
Próximo episodio
10 comentarios:
Queria expresar mi comentario a la autora con el mayor de los respetos, pues debo reconocer el preciado trabajo que ha desarrollado a través del mismo. La estructura del capítulo está impecable, la forma en la cual se desenvuelven las ideas viene a completar todo el conjunto de forma extraordinaria. Mis aplausos y enhorabuenas para Selene quien no deja de sorprenderme ni por un minuto!!!
Muy buena esta saga
Debido a problemas con el formato de Comentarios aplicado al blog, resulta bastante cuesta arriba dejar las impresiones sobre lo aqui escrito, no obstante, los lectores han decidido dejar sus observaciones vía e-mail (MUCHAS GRACIAS POR TOMARSE ESTA MOLESTIA) de tal forma que pasaremos a transcribir para ustedes los comentarios que han llegado a nuestro buzon
Esta es una historia dulce y complicada. Me gusta todo el trasfondo que tiene. Realmente te hace ver a Mick y Beth en una nueva luz. Las cosas que pasan van sincronizadas unas y otras. Creo que sería genial que alguien escriba una historia sobre Coraline y explorara la forma en que ella ama a Mick.
Podría ser una idea para ti, en una nueva entrega, algo de Mick y Cora, averiguando un poco mas en su pasado y en su historia, con los flashback, tal vez.
Ah y felicitaciones, tienes toda mi atención, voy a esperar con ganas la siguiente entrega
Esto fue realmente increible, en verdad que tienes un gran talento para las historias
Estoy de acuerdo con Emmy Cullen, no puedo esperar al siguiente capitulo, me gustaría ver si selene incluye algunos flashback de Coraline y su pasado oscuro con Mick.
Mas por favor, mas.
Que emociooooon, fanfics de moonlight, me quede muy coja sin mi final feliz pero ustedes dan bastante para seguir.
Me fascina tener mi temporada virtual
Selene!! Me dejaste otra vez con la boca abierta, es buenisimo!! me dejas con ganas de mas.. como siempre.. Sigue asi guapa..
He re-leido esta saga para poder actualizarme tras tantos meses de haberme apartado del devenir de nuestra bella comunidad... y en esta nueva lectura, he revivido momentos y situaciones que me han hecho estremecer... quería traer una frase que especialmente me conmueve en este capitulo y que define con palmaria veracidad el personaje de Beth, perfectamente retratado por Selene, cuando dice:
"era como si el destino se hubiera empeñado en dejarla siempre sola, en arrebatarla todo aquello que amaba…"
Beth aprendió a luchar a la mala y eso la hizo la mujer tenaz que atrapó al vampiro... una suerte de antítesis de Coraline...
Excelente relato Selene... una vez mas me he vuelto a enamorar de esta serie y de esta 2da. extraordiaria temporada virtual.
Felicidades...
He re-leido esta saga para poder actualizarme tras tantos meses de haberme apartado del devenir de nuestra bella comunidad... y en esta nueva lectura, he revivido momentos y situaciones que me han hecho estremecer... quería traer una frase que especialmente me conmueve en este capitulo y que define con palmaria veracidad el personaje de Beth, perfectamente retratado por Selene, cuando dice:
"era como si el destino se hubiera empeñado en dejarla siempre sola, en arrebatarla todo aquello que amaba…"
Beth aprendió a luchar a la mala y eso la hizo la mujer tenaz que atrapó al vampiro... una suerte de antítesis de Coraline...
Excelente relato Selene... una vez mas me he vuelto a enamorar de esta serie y de esta 2da. extraordiaria temporada virtual.
Felicidades...
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